Comparómetros

Están hoy los ‘comparómetros’ que echan chispas. Por supuesto, por la visita de los reyes de Holanda. Bueno, para qué vamos a engañarnos, por la visita de Máxima. La estancia es de una jornada escasa pero seguramente será suficiente para montar un Máxima vs. Letizia, que es como montar un combate desigual entre un peso pesado y un peso welter.Tampoco va a haber mucha exhibición con tan pocas horas. Pero habrá recibimiento oficial en Torrejón por parte de los Príncipes de Asturias. Y luego traslado a la Zarzuela a comer en familia (nos jugamos la pamela a que se evita una nueva subida de escaleras cabaretera como la que tuvo lugar con Carla Bruni). Y por la tarde, visita al Congreso. Ayer los reyes de Holanda presidieron la apertura del año parlamentario en su país, dando por finiquitado el estado de bienestar para dar lugar a una sociedad participativa (fue el discurso del Rey pero era el discurso del Gobierno, claro).

Lo razonable es que el encuentro entre Guillermo y Máxima con Felipe y Letizia sea de lo más llevadero. Es decir, que no es una visita de compromiso con un presidente y su mujer estirada con los que no se tiene relación. Porque aunque eso que tanto nos gustó (y que contó Gustavo González) de que la princesa Letizia hubiera estado en la casa griega de los reyes holandeses fuera mentira, la relación entre las pareja es relativamente estrecha. Han estado recientemente en la entronización y también en esa reunión de herederos europeos en la localidad holandesa de Apeldoorn, en el pabellón de caza Het Oude Loo.

Estamos seguros de que la princesa Letizia tiene chupada la visita en el ‘one to one’ con Máxima, la relación personal con ella. El problema no es con la reina holandesa, es con esos observadores que llevan afilando el ‘comparómetro’ desde que tuvieron conocimiento del viaje. Estarán preparándose para el viaje que le van a dar.