Beber para aguantar

La noche del sábado, en televisión se hablaba de operaciones. En La Sexta Noche, de las del Rey; en Abre los ojos y mira(Telecinco), de las de la Princesa. Se hablaba de la cadera de don Juan Carlos en un sitio y de la cara de doña Letizia en el otro. Y del pecho, claro, intervención que al doctor Vila-Rovira le parecía muy bien, pese a que Eloisa Bercero (un espectro andante) creía que era más elegante el pecho más pequeño. Doña Letizia debe de morirse de la risa al ver que una señora que tiene peor aspecto que la madre de Norman Bates sentada en la mecedora critica su cara.

El traje brillante del cirujano plástico que operó la nariz de Belén Esteban daba más miedo que la cara no operada (pero maquillada para película de miedo) de Eloisa Bercero. O que la de Toya, de ¿Quién quiere casarse con mi hijo, a quien retoca su yerno.Su rostro es tan artificialmente puntiagudo que da la impresión de pinchar.

Bibiana Fernández, la persona más sensata de la televisión, contaba sus experiencias, su obsesión y sus errores con la cirugía plástica y otras intervenciones estéticas. Siempre a favor, por supuesto. Montse Suárez, que tampoco parece que no se preocupe por su aspecto, era contraria a tanto toqueteo. Montse, como Cristina Tárrega, es de esas mujeres que parece que tienen diez años más. La esteticista Carmen Navarro, a cuyo centro ya no va la Princesa, señalaba con un puntero láser qué se había hecho doña Letizia en la cara (dijo que cuando ella la trataba no tenía ninguna obsesión, que solo se preocupaba, como cualquier mujer, por estar bien). Un circo, vaya. También es cierto que La Sexta Noche, como cualquier debate político, no era menos circo. En todo caso, la conclusión que podemos sacar es que el Rey se ha operado más veces que doña Letizia. Hablamos de cirugía, no de pinchazos y otros retoques. La Princesa estaba la noche del viernes tomando gintonics con el Príncipe. Al menos según @davidcabaleiro (al principio dijo que era en el Del Diego y luego en José Alfredo). Esperemos que la del sábado también estuviera bebiendo. Para aguantar.