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Una 'popular' sin opinión

Estaban el lunes por la noche en El gato al agua hablando de la operación del Rey. Y de ahí lógicamente se pasó a las cosas

Foto: La princesa Letizia, en una imagen de archivo  (I.C.)
La princesa Letizia, en una imagen de archivo (I.C.)

Estaban el lunes por la noche en El gato al agua hablando de la operación del Rey. Y de ahí lógicamente se pasó a las cosas de doña Letizia. Para eso estaba Jaime Peñafiel, que vale más por lo que calla que por lo que siempre dice. Por ejemplo, que “Letizia olvida que es una consorte” o que “con Letizia no hay manera. Ella es princesa de nueve a dos, como una funcionaria”. Los otros contertulios también intervenían en el monotema peñafielano. Alfonso Rojo no conocía a la Princesa cuando era periodista (“y eso que ahora todo el mundo en el periodismo dice que la conoció”). Otra cosa que apuntó fue la siguiente: “Creo que el hecho de que Letizia fuera periodista ha hecho que los periodistas no seamos generosos con ella”. Es más, aseguró que “la profesión ha sido cicatera”. Momento en que Peñafiel lo contradijo: “Ha sido cortesana”.

Virginia Ródenas contó que ella sí había trabajado con Letizia cuando la actual princesa era corresponsal de ABC en Rivas-Vaciamadrid. Recordó que Luis María Anson, entonces director del periódico, cambiaba la z de su nombre por una c cada vez que firmaba una información y que un día ella se presentó en la redacción con el DNI para que comprobaran que su gracia llevaba z. Óscar Iglesias, vicepresidente del grupo socialista en la Asamblea de Madrid, expresó: “No conozco a Letizia personalmente pero tarde o temprano será reina consorte salvo que llegue la república”. Abundando en la misma idea, Javier Nart aventuró que “el trabajo de reina consorte la convertirá en buena reina.

Probablemente sea cosa de políticos, que tienen discreción para unas cosas y no para otras, pero lo cierto es que cuando le tocó la palabra a la diputada popular Arenales Serrano se produjo un momento rarísimo. Además de lo excepcional y sugerente de su nombre (es como llamarse Rebecca De Mornay o Portia de Rossi), dijo algo también excepcional sobre la Princesa: “No tengo opinión porque no la conozco”. Si todos los que no la conocen no hablaran de ella se acababa el hablar de doña Letizia.

Estaban el lunes por la noche en El gato al agua hablando de la operación del Rey. Y de ahí lógicamente se pasó a las cosas de doña Letizia. Para eso estaba Jaime Peñafiel, que vale más por lo que calla que por lo que siempre dice. Por ejemplo, que “Letizia olvida que es una consorte” o que “con Letizia no hay manera. Ella es princesa de nueve a dos, como una funcionaria”. Los otros contertulios también intervenían en el monotema peñafielano. Alfonso Rojo no conocía a la Princesa cuando era periodista (“y eso que ahora todo el mundo en el periodismo dice que la conoció”). Otra cosa que apuntó fue la siguiente: “Creo que el hecho de que Letizia fuera periodista ha hecho que los periodistas no seamos generosos con ella”. Es más, aseguró que “la profesión ha sido cicatera”. Momento en que Peñafiel lo contradijo: “Ha sido cortesana”.