Máxima de Holanda, una cuestión de estilo

Máxima de Holanda ha vuelto a demostrar por qué es una de las mujeres más admiradas en lo que respecta al estilo. Este lunes, en un encuentro con el presidente francés, François Hollande, que tuvo lugar en el Palacio de Noordeinde, situado en La Haya, la reina de origen argentino derrochó elegancia con un vestido de seda en color azul verdoso con unas enormes mangas acampanadas, una creación del diseñador belga Edouard Vermeoulen para Natan.Máxima completó su look con un sombrero tipo casquete, salones en nude y guantes de piel. La reina abrió el gran joyero de la familia real holandesa y lució el conjunto de aguamarinas y diamantes -pulsera, pendientes largos y broche-, el mismo que llevó en su visita a España en septiembre.

No es extraño que Máxima aparezca constantemente en la lista de las mujeres mejor vestidas de la realeza. Su estilo colorido y arriesgado conquista a muchos, aunque a veces ha recibido críticas por ser demasiado exagerado. Telas brillantes, camisas con grandes lazadas, faldas acampanadas, enormes pamelas y complementos maxi forman su armario, que firman diseñadores muy conocidos como Valentino y Dolce&Gabbana o más nacionales como Jan Taminiau.

Diseños de riesgo

Muy comentadas fueron sus dos elecciones para el enlace real de Luxemburgo, celebrado en octubre de 2012. En la gala previa a la boda, la todavía princesa sorprendió con un vestido de Jan Taminiau con pronunciado escote y bordados geométricos y un llamativo bolero de tul en volantes a juego con la tiara y el collar de rubíes y diamantes de la joyería Melleiro. Para la ceremonia, su atuendo no fue menos extravagante: falda lápiz en color gris, cuerpo mostaza también con mangas acampanadas y un tocado adornado con plumas de faisán de la sombrerera Fabienne Delvigne.

Pero el gran momento de Máxima fue sin duda la entronización de su esposo. La reina se presentó ante medio mundo con un vestido azul klein confeccionado en gasa y con aplicaciones de pedrería y cristal, que combinó con una impresionante capa. Las joyas elegidas por la nueva reina tampoco defraudaron: la tiara de diamantes y zafiros de la joyería Melleiro -regalo que le hizo el rey Guillermo III a su hija Guillermina, la bisabuela de Guillermo Alejandro- junto con los pendientes. Una elección 10.