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Crónica de una cena de gala
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Núria Tiburcio

Reina Letizia

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Crónica de una cena de gala

21 de mayo de 2004. Palacio del Pardo de Madrid. Los Reyes de España ofrecen una cena de gala en honor al Príncipe de Asturias y

Foto: Los príncipes de Asturias durante la cena de gala en el Palacio del Pardo previa a su enlace (Gtres)
Los príncipes de Asturias durante la cena de gala en el Palacio del Pardo previa a su enlace (Gtres)

21 de mayo de 2004. Palacio del Pardo de Madrid. Los Reyes de España ofrecen una cena de gala en honor al Príncipe de Asturias y a su todavía prometida Letizia Ortiz, a la que acuden representantes de todas las casas reales del mundo y altos dignatarios. Un acto sobrio y sencillo, marcado por el reciente accidente del 11 de marzo y muy alejado de los planes iniciales que incluían espectáculos, conciertos y fiestas.

Todos los ojos y cámaras esperan a Letizia. Ella es la auténtica protagonista de la noche. A las 19:45 h., entre una leve llovizna, llegan los novios. Felipe muestra su gran planta con un esmoquin negro con pajarita. Su prometida, que ha vuelto a confiar en Lorenzo Caprile, el diseñador que la vistió para la boda de Dinamarca, luce un vestido platino confeccionado en seda natural y encaje chantilly, que ha sido bordado íntegramente a mano. La pieza deja los delgados hombros de la hoy princesa al descubierto y lleva grandes cuellos al bies. Una apuesta que deja insatisfecho tras los fantásticos diseños lucidos en Copenhague.

placeholder Letizia con su vestido 'remodelado' 9 meses después (Gtres)

El vestido se ve relegado por las impresionantes joyas que luce. Se trata de un aderezo formado por pendientes y collar montados en platino de zafiros, perlas y brillantes que Juan Carlos y Sofía le regalaron con motivo de su compromiso matrimonial y que habían pertenecido a María de las Mercedes de Borbón, madre del Rey. Inexplicablemente, durante sus diez años de princesa, no se le ha visto lucir estas piezas en ninguna ocasión.

Los complementos, personalmente escogidos por Letizia, pretenden ser un homenaje a la ciudad de Madrid: abanico artesanal con incrustaciones de nácar, pequeño bolso de filigrana que había sido de la infanta Isabel de Borbón, más conocida como La Chata, y zapatos de Pura López, de 10 centímetros de tacón.

Un vestido remodelado

Tan sólo nueve meses después de haber estrenado el vestido en la cena previa a su boda, Letizia lo volvió a lucir en una cena de gala en el Palacio Real; eso sí, habiéndolo remodelado. La Princesa cambió los cuellos de bies por unos tirantes anchos y le incorporó a la creación un pronunciado escote "V". Pero los cambios no quedaron ahí. En abril de 2009, con motivo de la visita de Nicolas Sarkozy y su esposa Carla Bruni a Madrid, la esposa del Príncipe volvió a enfundarse el mismo vestido nuevamente actualizado. El escote había sido modificado otra vez y se habían incluido aplicaciones en los tirantes y en los bajos. Sin duda una mala elección frente al impoluto Dior de la que fuese primera dama de Francia.

21 de mayo de 2004. Palacio del Pardo de Madrid. Los Reyes de España ofrecen una cena de gala en honor al Príncipe de Asturias y a su todavía prometida Letizia Ortiz, a la que acuden representantes de todas las casas reales del mundo y altos dignatarios. Un acto sobrio y sencillo, marcado por el reciente accidente del 11 de marzo y muy alejado de los planes iniciales que incluían espectáculos, conciertos y fiestas.

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