¡Por fin! La reina Letizia y Kate, cara a cara en la cena de gala en Buckingham Palace

Aunque había dudas, al fin se ha producido el esperado encuentro entre doña Letizia y la duquesa de Cambridge. Ha sido este miércoles por la noche, durante la cena de gala que la reina Isabel II ha ofrecido en honor a los Reyes españoles, cuando las dos damas se han visto cara a cara. El escenario ha sido el palacio de Buckingham, que se ha engalanado especialmente para la ocasión. Poco antes de las 21:30 (hora española), los miembros de la familia real británica se reunían en uno de los salones para charlar un poco antes de pasar al gran comedor. Ese encuentro ha sido privado y ha sido en ese momento cuando reina y duquesa se han reencontrado.

Para esta ocasión, doña Letizia lo ha apostado todo al rojo, un color con el que sabe que nunca defrauda. Ya lo demostró en Dinamarca durante la boda de Federico y Mary y también recientemente en el 50 cumpleaños del rey de Holanda con una creación de Stella McCartney. La Reina ha estrenado un vestido de Felipe Varela en tul y seda bordado en hilo y cristal amapola, rubí y rosa con escote barco y una larga cola. Para completar su look ha elegido una cartera de mano a tono de Magrit que ya había lucido en el pasado.

En cuestión de joyas la Reina ha vuelto a ir a lo grande. Ha coronado su cabeza con la tiara de la flor de lis, la más importante del joyero de los Borbón y símbolo de la monarquía borbónica. Fue creada por la joyería Ansorena y Alfonso XIII se la entregó a su esposa, la reina Ena, con motivo de su enlace matrimonial. La diadema, realizada en diamantes, representa tres grandes flores de lis. La estrenó durante la visita de Estado del presidente de Argentina el pasado mes de febrero. Doña Letizia ha lucido también una de las 'pulseras gemelas' y unos pendientes de diamantes. Las tres piezas pertenecen al lote de 'joyas de pasar'

Por su parte, la duquesa Cambridge se ha decantado por un vestido de la firma Marchesa en color rosa empolvado con un pronunciado escote en V tanto en la parte delantera como en la espalda. Pero no ha sido el atuendo de Kate lo que más ha llamado la atención en esta ocasión, sino sus joyas. La esposa de Guillermo ha llevado por vez primera un impresionante collar de diamantes y rubíes perteneciente a Isabel II que no había sido lucido por ninguna dama de la familia Windsor desde los años 80.

Como tiara ha elegido la diadema Cambridge Lover's Knot, una de las piezas más valiosas de la colección real. Fue creada para la reina Mary y está compuesta por una serie de perlas de distinto tamaño engarzadas en diamantes. Fue una de las favoritas de Lady Di. Los pendientes de perlas pertenecieron a su suegra y fueron un regalo de la joyería Collingwood con motivo de su boda con el príncipe Carlos.

Una cena multitudinaria

Isabel II ha tirado la casa por la ventana para este banquete. Normalmente, a esta velada acuden cinco o seis miembros de la Corona. Sin embargo, en esta ocasión ha asistido una gran parte de la familia. Aparte del duque de Edimburgo, el príncipe de Gales, la duquesa de Cornualles y los Cambridge, también han estado presentes el príncipe Harry, la princesa Ana junto a su marido, el duque de York, los duques de Gloucester, la princesa Michael de Kent y Lady Gabriela Windsor. Toda una demostración de que esta no es una visita de Estado al uso, sino un acontecimiento de gran envergadura. Entre los invitados españoles se encontraban Ana Patricia Botín y Esther Alcocer Koplowitz.