Reina Letizia
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La reina Letizia estrena vestido y tiara (con polémica) en la cena de gala con Portugal
Con un vestido de Ana Locking, que se estrena por todo lo alto en su armario, y luciendo por primera vez la tiara Cartier, la Reina ha causado sensación en el Palacio Real
Todo hacía presagiar que nos íbamos a encontrar una cena de gala con poca sustancia en cuanto a la elección de vestimenta de la Reina. Tras la aparición del vídeo de su rifirrafe con su suegra en Palma y la escenificación del perdón a las puertas del hospital en el que fue operado el emérito, doña Letizia se ha esforzado para que su vestuario fuera lo menos vistoso posible, con repeticiones casi idénticas de otros looks del pasado y prendas con tonos apagados. La mañana de este lunes, durante la ceremonia de bienvenida al presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, volvió a decantarse por un estilismo simple y correcto, pero sin gracia. Y es que guardaba la gran sorpresa para la noche, en la cena de gala en el Palacio Real, pues no solo estrenó vestido, también una de las tiaras más icónicas de los Borbón.
Juego de tiaras
La Reina coronó su cabeza con la diadema de Cartier, diseñada por la famosa joyería para la reina Victoria Eugenia. Está inspirada en motivos egipcios y realizada con diamantes y perlas. La esposa de Alfonso XIII dejó la joya -que en sus inicios tenía esmeraldas en vez de perlas- en herencia a su hija María Cristina; sin embargo, don Juan Carlos llegó a un acuerdo con su tía para que la diadema volviese a la familia real. Desde entonces, se convirtió en la tiara favorita de la reina Sofía, quien la ha llegado a lucir hasta en más de una quincena de ocasiones, incluso en sus últimas imágenes oficiales como Reina de España.
Sin embargo, la última persona que lució la tiara antes que Letizia no fue Sofía, y aquí se encuentra el meollo de la polémica. El 19 de junio de 2010 y para sorpresa de todos los expertos monárquicos, la infanta Cristina aparecía con la citada diadema en la boda de la princesa Victoria de Suecia y Daniel Westling. Una decisión un tanto inusual, pues había una regla no escrita de que esa joya estaba guardada a las Reinas españolas. Sea como fuere, Cristina se paseó por Estocolmo con su vestido verde de Caprile y su tiara Cartier como una auténtica reina siendo esta la última vez que la diadema había visto la luz. Hasta ahora.
Eran muchos los que teorizaban con que Letizia no optaba por esta tiara por haber sido su cuñada Cristina, con la que no mantiene muy buena relación, la última en lucirla. Pero ocho años después se ha demostrado que eso tan solo eran teorías sin mucho sentido, y más teniendo en cuenta que una de las tiaras favoritas de la Reina es la floral, que es la que precisamente todo el mundo asocia con la exduquesa de Palma porque la llevó para su boda con Iñaki Urdangarin.
El resto de joyas elegidas por la Reina fueron los pendientes de diamantes que pertenecen al lote de pasar y que llevó por primera vez en la visita de Mauricio Macri y Juliana Awada en febrero de 2017. En esta ocasión, y como suele ser habitual, no utilizó ningún broche para sujetar la banda de la Orden de Cristo que recibió en 2006 cuando viajó a tierras lusas siendo todavía Princesa de Asturias.
¿Y el vestido?
Nos hemos dejado llevar por el brillo de las joyas, pero del vestido también hay mucho que decir. La Reina estrenó un diseño en azul noche con perlas incrustadas de arriba a abajo -quizás le molestaran un poco al sentarse-. De manga larga, escote redondo y raja en la falda, el vestido presenta unas originales aberturas en la zona de los brazos, de los hombros hasta el codo, y también en ambos lados del pecho, tanto en la parte delantera como en la espalda.
Se trata de una creación de la diseñadora Ana Locking, de la colección primavera verano 2017, que se estrena por todo lo alto en el armario de la Reina. Y es que Letizia solo confiaba en Felipe Varela para estos grandes eventos. Poco a poco introdujo a Carolina Herrera en su vestidor de gala, pero lo de Locking ha sido llegar y besar el santo. De no llevar nada de ella nunca a elegirla para vestirla en un cena de gala de este tipo. Sin duda, una gran alegría para esta diseñadora española con una gran carrera a sus espaldas.
Además, Letizia no ha sido la primera celebrity en llevar este espectacular vestido. La actriz Marta Nieto también lo eligió para la ceremonia de la entrega de los Premios Feroz. Mientras la Reina lo ha combinado con sus salones de ante de Nina Ricci y ha prescindido de bolso, la actriz lo hizo con zapatos en burdeos y cartera de mano a juego con dibujo de un cangrejo.
Todo hacía presagiar que nos íbamos a encontrar una cena de gala con poca sustancia en cuanto a la elección de vestimenta de la Reina. Tras la aparición del vídeo de su rifirrafe con su suegra en Palma y la escenificación del perdón a las puertas del hospital en el que fue operado el emérito, doña Letizia se ha esforzado para que su vestuario fuera lo menos vistoso posible, con repeticiones casi idénticas de otros looks del pasado y prendas con tonos apagados. La mañana de este lunes, durante la ceremonia de bienvenida al presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, volvió a decantarse por un estilismo simple y correcto, pero sin gracia. Y es que guardaba la gran sorpresa para la noche, en la cena de gala en el Palacio Real, pues no solo estrenó vestido, también una de las tiaras más icónicas de los Borbón.