'God save Varela': el vestidazo de Letizia en los Princesa de Asturias, una obra de arte

Parece imposible, pero cada año se supera. Nos pasa una cosa con los looks de doña Letizia en los Premios Princesa de Asturias. En cada edición, cuando la vemos pasear por la alfombra azul del teatro Campoamor, nos deja impresionados. Pensamos que, sin duda, ese es su mejor look, pero llega el año siguiente y la Reina consigue dejarnos con la boca abierta y el estilismo que la edición pasada nos parecía maravilloso, ya no tiene nada que hacer frente al presente.

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Esto mismo nos ha sucedido este viernes. Cuando creíamos que ya lo habíamos visto todo en cuestiones de estilo en los Premios, la Reina va y se reinventa con un estilismo que, además, firma Felipe Varela. En estos días previos a la entrega de los galardones hemos hablado acerca del desapego que doña Letizia parece sentir últimamente con el diseñador madrileño. El hecho de que no lo eligiera y prefiriera a Armani para el concierto dio más peso a la teoría.

Sin embargo, la Reina no ha querido romper con la tradición, y es que el diseñador firma todos sus atuendos desde que en 2004 se estrenó en el Campoamor como Princesa de Asturias. Y viendo el resultado solo podemos limitarnos a decir: "God save Varela". Y es que si doña Letizia se supera año tras año es gracias también al trabajo del modista que siempre está en la sombra.

Pero ahora vayamos ya a desglosar el look. El vestido es una obra de arte y visto en persona mucho más. Se trata de un diseño midi de patchwork brocado y bordado a mano en hilo, cristal y metal azul noche, cerúleo, pizarra y nude. Una creación a la que no le falta detalle y que nos hace recordar a las grandes creaciones de Balmain o Dolce & Gabbana.

Los complementos han jugado también un papel importante. Hacía ya mucho tiempo que no veíamos a la Reina con unos peep toes, un tipo de calzado con la puntera descubierta que los medios bautizaron como 'letizios' porque eran los favoritos de Su Majestad. Estos son nuevos, realizados en negro con una tela semitransparente. La cartera de mano, de ante negro y con asa, es de Magrit y la tiene desde hace años.

En cuestiones de joyas, doña Letizia ha repetido los pendientes de la noche anterior. Una pieza de diamantes en forma de flor que lució la infanta Cristina el día de su boda con Iñaki Urdangarin. Para no sobrecargar el estilismo, que ya tiene suficientes detalles en el vestido, ha preferido dejar las dos pulseras gemelas de Catier -que también lució en el concierto- en el Hotel Reconquista.

Uno de los puentes fuertes del estilismo ha sido, sin duda, el peinado. La Reina estaba guapísima con el pelo por detrás de la oreja siguiendo la tendencia del efecto mojado. Una opción ideal para que brillaran los pendientes.