La seriedad (por partida doble) de la reina Letizia en Ginebra

Nuevo acto para doña Letizia, pero esta vez fuera de España. La Reina ha viajado hasta Ginebra, ciudad en la que reside la infanta Cristina, pero no para encontrarse con su cuñada. Como ya viene siendo habitual desde hace años, doña Letizia cumple con dos o tres visitas al país suizo al año, y en esta ocasión le ha tocado asistir al acto de presentación de la Plataforma Global de Energía y Salud en el marco de la Asamblea Mundial de la Salud, celebrada en el Palacio de las Naciones.

Lo cierto es que este tipo de viajes que Letizia realiza a Ginebra son exprés. Es decir, llega, cumple con el compromiso y acto seguido vuelve a España. No es que este 'modus operandi' se utilice solo en las visitas a Suiza para evitar cualquier tipo de especulación acerca de si hay o no encuentro entre cuñadas. Lo cierto es que se hace de esta forma en todos los viajes que solo tienen un acto. Así lo hizo, por ejemplo, cuando acudió a una exposición de Sorolla en Londres junto al príncipe Carlos.

Como ya habíamos imaginado por el carácter del evento, la Reina se ha decantado por un estilismo sobrio -que muchas veces es el sinónimo elegante de aburrido- y serio, como su rictus en la mayoría de imágenes. La esposa de Felipe VI ha recuperado de su armario el vestido de Hugo Boss, modelo Dechesta, con estampado de cuadros -o Príncipe de Gales- en gris, sin mangas y un cuello cruzado. Lo estrenó a principios de marzo en el Día Mundial de las Enfermedades Raras.

Durante el acto, la Reina llevaba encima una americana negra de Hugo Boss, dándole a su look un rollo más ejecutivo, que es lo que tocaba. Debido a la escasez de fotos, es difícil saber qué zapatos llevaba, lo que sí sabemos es que ha acompañado su estilismo con una cartera de mano, también negra y de la firma alemana, que tiene desde hace años.

En cuestión de joyas, parece que Letizia ha encontrado una fórmula que la convence: y es la de llevar el anillo dorado de la diseñadora Karen Hallam e ir cambiando los pendientes. Esta vez le ha tocado el turno a los Plumme de Chanel, de oro blanco y diamantes, cuyo precio es de 6.400 euros. Una opción muy adecuada para el tipo de look sobrio que lucía. Nos ha llamado la atención el pelo de la Reina, ya que parece mucho más moreno, sin reflejos... ¿Habrá pasado por la peluquería?

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Volveremos a ver a la Reina el jueves cuando presida la mesa de debate 'Mujeres excepcionales: el valor de una oportunidad'.