Letizia en Corea: dos looks (casi) repetidos tras la resaca japonesa pero con zafiros

La entronización de Naruhito de Japón nos dejó dos grandes looks de doña Letizia. Para la ceremonia matutina, la Reina hizo un gran despliegue de joyas luciendo por primera vez uno de los collares de chatones del joyero de los Borbón que combinó con un vestido floreado de Matilde Cano algo controvertido y con el que dividió a la crítica, mientras que para la cena de gala llevó un vestido color capate de Carolina Herrera con flores blancas, la tiara de la Flor de Lis, las pulseras gemelas y los pendientes de diamantes.

Tras dos estilismos de estreno, la Reina ha puesto el freno para su llegada a Corea, donde pasará dos días en una visita de Estado. La mañana de este miércoles, don Felipe y doña Letizia han puesto rumbo al país y han sido recibidos con honores en el aeropuerto. Unas horas más tarde, ha tenido lugar en el Cementerio Nacional de Seúl la ceremonia de bienvenida por parte del presidente, Moon Jae-in, y su esposa, Kim Jung-sook (puedes conocerla mejor pinchando aquí), quienes después han mantenido un encuentro con los Reyes en la Casa Azul, su residencia oficial.

Look de aeropuerto

Para sus primeros pasos en Corea doña Letizia se ha decantado un vestido blanco de talle recto, sin mangas y cinturón incorporado de Hugo Boss. En un primer vistazo parecía uno que ya lució en unas audiencias el año pasado, pero no, este es nuevo -el largo midi y la raja lo delatan- y tiene la versión aguamarina. La lució en Argentia el pasado marzo. Llevaba encima de los hombros -una costumbre que ha popularizado Melania Trump y que siguen otras royals como Meghan Markle- una blazer negra, también de la firma alemana.

El resto del look lo formaban los salones destalonados de CH Carolina Herrera de ante negro -que tiene en azul, rojo, nude y camel- y una cartera de mano también negra y también de la diseñadora venezolana. En cuanto a joyas, la hemos visto llevando los pequeños diamantes redondos de los que normalmente cuelga sus perlas australianas -pero que esta vez ha dejado en su joyero- y su inseparable anillo de Karen Hallam.

Diamantes y zafiros

Unas horas más tarde, y para ya dar comienzo a la visita de Estado como tal con la ceremonia de bienvenida, la Reina ha elegido otro vestido que ya le habíamos visto. Se trata de un diseño de Carolina Herrera con estampado floral en tonos verdes, azules y morados que presenta manga francesa, escote redondo, falda de vuelo y largo midi. Muchos lo recordarán porque fue el vestido que llevó en el encuentro que mantuvo con el príncipe Carlos en la Natiomal Gallery de Londres en marzo. Lo lució también en abril, en el almuerzo del Premio Cervantes.

A sus pies llevaba los salones de ante azul de Nina Ricci y en sus manos una cartera a juego de Magrit. Se nota que la Reina ha preparado el viaje a conciencia en lo que se refiere a joyas, pues la hemos visto luciendo unos pendientes de diamantes y zafiros, que ya llevó en el concierto del 40 aniversario de la Constitución y cuyo origen sigue siendo un misterio, a juego con una pulsera con las mismas piedras que estrenó en el quinto aniversario de la proclamación.

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