Letizia en Vallecas: sin fotógrafos, en una zona confinada y con un look para el olvido

Doña Letizia se ha enfrentado este miércoles a uno de esos actos que seguro que recordará durante muchos años: una reunión de trabajo con la Confederación Salud Mental España. Y no solo por su contenido, cuya importancia también es máxima, sino por la forma en la que se ha desarrollado el evento. Y es que la Reina ha atendido un compromiso en Entrevías, en Vallecas, una de las zonas madrileñas que desde hace unos días permanece confinada por la alta tasa de coronavirus.

Por este motivo, desde Zarzuela se pedía a los fotógrafos y prensa que era preferible que no acudiesen a la cita, siendo la propia Casa Real la encargada de distribuir todas las imágenes e información del acto. A las 11:00 horas de la mañana, la Reina llegaba a la sede de la Confederación Salud Mental España bien protegida con su mascarilla quirúrgica para, a pesar de todas las restricciones, cumplir con su agenda en una reunión en la que tan solo han participado cuatro personas, respetando así las medidas.

Para la ocasión, doña Letizia ha rebuscado en su armario y ha mezclado diferentes piezas que ya tenía para formar un look cuyo resultado no acaba de convencer. Por separado, todas las prendas son aceptables, pero juntas forman un estilismo para el olvido. Empezando por arriba, la Reina ha recuperado la blusa de Carolina Herrera con estampado pata de gallo. De manga larga y cuello redondo, tiene también el mismo modelo en blanco y negro.

Si seguimos bajando, encontramos unos pantalones de Hugo Boss de estilo pesquero, con cinturón incorporado. Son el modelo Trimie de la marca alemana, que también firma los mocasines de piel con hebilla plateada, modelo Lara, que doña Letizia siempre elige en aquellos actos en los que quiere dar una imagen de sobriedad y sencillez, como es ahora el caso en Vallecas. También de Hugo Boss es el bolso, una cartera de mano estilo maletín, modelo Fanila.

De joyas tampoco hay nada sorprendente: los pendientes de oro amarillo inspirados en las cañas de bambú, que también luce en ocasiones la princesa Leonor, y el anillo de Karen Hallam que no se quita.