Vestido de Armani, manolos y clutch de Bottega Veneta: el trío ganador de Letizia

Como cada año por estas fechas, don Felipe y doña Letizia han hecho entrega del Premio de Periodismo Francisco Cerecedo, que este año ha reconocido el trabajo de Vicente Vallés. La ceremonia, que normalmente contaba con una cena y se celebraba en el hotel Ritz -aunque las dos últimas ediciones fueron en el Palace por estar el primero en reforma-, ha tenido lugar este año en el Museo del Prado por motivos sanitarios.

Sabemos que a la Reina le gusta brillar en ciertos actos, sobre todo aquellos en los que se rodea de periodistas. Y el Cerecedo no es una excepción. Durante años, doña Letizia nos ha dejado con la boca abierta con sus elecciones, como el minivestido de Teresa Helbig que hizo correr ríos de tinta, y aunque esta edición ya se preveía mucho más sobria, como finalmente ha sido, doña Letizia ha echado mano de uno de sus mejores vestidos.

Hablamos de un vestido negro de líneas sencillas, cuello redondo y raja en la falda. Un pequeño volante le da ese toque de gracia a esta creación de Emporio Armani, de 648 euros, que doña Letizia estrenó en el concierto previo a los Premios Princesa de Asturias en octubre de 2018. La Reina tiene una 'norma' para el Cerecedo desde que acudió por primera vez en 2007, y es la de vestir de negro, algo que ha cumplido con este diseño de la firma italiana que estábamos deseando verle de nuevo.

La Reina lo ha combinado con dos de sus complementos top. En primer lugar, los salones de Manolo Blahnik (manolos) de piel de serpiente de los que no se separa últimamente, y en segundo, el clutch de Bottega Veneta. De nombre Knot, es el mítico de la firma y lo guardan en su armario la mayoría de royals europeas. Un modelo trenzado, que está a la venta en todos las tonalidades por 1.400 euros

Como joyas, la Reina ha lucido unos pendientes de aro con brillantes, un diseño que tiene desde hace año, pero del que desconocemos el origen. No faltaba el anillo contrachapado de Karen Hallam. Doña Letizia, que no prescindió de la mascarilla en ningún momento, dejó su melena suelta y la peinó con unas ligeras ondas.