Los novios 'no albañiles' de Elsa Pataky

Elsa Pataky, sus novios y la lista de Schindler  

 

Nadie pone en duda las aptitudes dramáticas de Elsa Pataky para interpretar cualquier tragedia de Sófocles, el mito de Procne y Filomela o, por ejemplo, Serpientes en el avión, más modernita, pero de un interés biológico aterrador. Nadie. Pero, afortunada o desafortunadamente para ella, la actriz de Al Salir de Clase es motivo de interés general para la prensa por sus continuos entroncamientos más que por sus proyectos profesionales, por los que el Washington Post tampoco muestra mucha debilidad. Con una lista de novios que ni la de Schindler, el historial de la ex de Fonsi Nieto, Adrien Broody y Olivier Martínez podría hacer sombra al del mismo tigre de Ambiciones, que ya está en peligro de extinción, y eso que las 'señoras que...' están más de actualidad que nunca. Su última conquista es el cuñado de Hannah Montana, que además es actor, y responde al nombre de Chris Hemsworth. Lo del apellido de difícil y tan variada pronunciación va en los leucocitos de los elegidos. Además, para contribuir a la leyenda, la recién creada familia Cyrus-Hemsworth-Pataky ya cuenta con su réplica en un parque temático de dinosaurios en Teruel, que se ha convertido en la cantera mediática de Aragón. Con tanto varón -y algún que otro barón-, resulta muy complicado recordar la filmografía de Pataky sin que vengan a la cabeza todos y cada uno de sus posados ligeros de ropa en su revista de cabecera y los papichulos que han ocupado su corazón, que es tan grande como el de Kiko Rivera o el de su hermano Fran, que para algo son familia. Pero no hay mal que cien años dure. Penélope Cruz logró remontar y, en cuestión de unos añitos, tuvo a su Oscar en casa. Y no era de carne y hueso precisamente.

Marta Sánchez y la relatividad 

 

Lo de sus frasecitas cuasimetafísicas ya lo habíamos olvidado, aunque todavía hay algunos que confunden a la cantante de ‘Desesperada’ con el creador de la Teoría de la Relatividad General. Y eso que su número de tinte de pelo no tiene nada que ver con el de Einstein y se asemeja más al de Laly Bazán. Marta Sánchez es noticia día sí, día también, por su separación de Jesús Cabanas y su incipiente relación con un señor que conoció este verano y  a quien, a primera vista, se catalogó como ‘amigo portabolsos’. La historia ha fructificado y muchos empresarios piensan ya en rentabilizar su primera aparición pública, photocall mediante, como si de la reconciliación de los Morales se tratase. Flagrante como se recuperan los que tienen caché y cuché. La artista nunca ha sido de las que ha mercadeado con sus trapos sucios, pero alguien debería recordarle que fue precisamente ella la que destapó la caja de los truenos con la separación del padre de su hija en un programa de máxima audiencia. Por eso, no es de extrañar que las unidades móviles se hayan trasladado a las puertas de su residencia, como si de informar sobre una cumbre antisistema se tratase. Ella, en cambio, prefiere que hagan guardia las misses que abogan por la paz mundial.  Pero, lo que desconoce Marta es que algunas de ellas saben más de kick boxing que el fallecido Pedro Carrasco y Jackie Chan juntos. Por cierto, hablando de golpes bajos, algunos no le perdonan que cuando viaja a México hable por los codos y que, en España, saqué el genio de divona y se atuse el pelo teorizando sobre la Reforma Laboral.

 

Elena Ochoa, sexóloga y artista

 

Ha pasado de hablar de sexo para las masas a convertirse en una mujer enigmática que encandila a propios y extraños con su sola presencia. Elena Ochoa, ahora Lady Foster, sigue generando una gran atención mediática cada vez que aparece públicamente. La última vez: en el Festival de Cine de San Sebastián, con su familia al completo. Sus niños tienen una cara de no haber roto ni un plato y podrían 'casar' perfectamente con los 'hologramitas' de Miranda y Julio Iglesias. Aunque la sexóloga metida a mecenas sigue más la línea de la Preysler y sus apariciones cotizan en Wall Street a precio de pepita de oro, la mujer de uno de los arquitectos más reconocidos del globo ha logrado hacerse un hueco entre la élite mundial y vive por y para el arte alejada de los actos oficiales del colorín. Además, dicen que prefiere una buena dosis de museos y galerías pictóricas a una tarde de ocio y shopping por la milla de oro de Madrid o Londres. No todas las marchantes de arte son como Tita Cervera. Ni todas las tías como Paqui de Mónaco.