¿Realmente se cumple la voluntad de Rocío Jurado?

A poco más de una semana del primer aniversario de la muerte de Rocío Jurado, sus herederos han llegado por fin a un acuerdo y han ratificado con su firma las últimas voluntades de la que fuera esposa, madre, hermana y tía. A través de un documento enviado a los medios por la abogada Ana Iglesias a petición de los familiares (Ver Comunicado de la Familia Jurado), la albacea informa de la ejecución definitiva del acuerdo particional. El testamento de Rocío Jurado redactado el 17 de septiembre del 2004 se abrió veinticinco días después de su muerte y parecía que todos estaban de acuerdo. Ha sido en este último mes cuando, aparentemente, las espadas se desenvainaron entre los miembros del clan al ajustar la legalidad con el deseo de la testadora.

Por fin se da carpetazo a una historia que tenía todos los ingredientes para acabar como serial televisivo del tipo Falcon Crest, pero en versión doméstica. Las supuestas traiciones y puñaladas traperas a las que algunos ponían nombre y apellidos han desparecido. A las dos y media de la tarde de ayer José Ortega Cano, Rocío Carrasco, Amador Mohedano y José Antonio Rodríguez, marido y representante legal de la hermana Gloria, abandonaban el despacho tras firmar ante el notario y la albacea los documentos legales.

Mientras Ortega prefería reunirse para almorzar con unos amigos para acudir por la tarde a la corrida de la Prensa en la Plaza de Toros de las Ventas, Rocío Carrasco invitaba a su tío Amador a comer en su casa de Valdelagua, la urbanización donde vive con sus hijos y Fidel Albiac, al que muchos han querido presentar como el malo de la película. Volviendo al serial norteamericano como imagen descriptiva, Fidel parecía ser la versión masculina de Angela Chaning, abduciendo la voluntad de su novia, como si la novia Rocío Carrasco fuera una pobre mujercita sin carácter y sin personalidad. Y puedo asegurar que esa imagen nada tienen que ver con la personalidad de 'La Niña'.

Al final, el testamento se ha resuelto como debía resolverse: cediendo cada uno un poco y, sobre todo, cerrando un capítulo triste como es finiquitar unas últimas voluntades. En este caso, había que dar por válida la decisión de Jurado que redactó su testamento un 17 de septiembre del 2004 especificando claramente cómo debían repartirse sus bienes. La disposición legal quedó de la siguiente manera. La legítima está repartida entre sus tres hijos Rocío, Gloria Camila y José Fernando , a los que dejaba la casa de la Moraleja que debía venderse en el plazo de dos años y el dinero repartirlo entre los tres. La llamada ‘Mejora’ fue a parar a la hija biológica con las siguientes adjudicaciones: dos apartamentos en Miami, uno de ellos a repartir con el torero; Las Viñas, una finca entre Chipiona y Rota; los derechos de todas las canciones de su madre; el vestuario, las joyas y dinero en metálico.

A Ortega Cano le legó su parte en la ganadería Yerbabuena. Por cierto, algunas de esas reses han dado tardes memorables en la últimas ferias taurinas. El legado de ‘Libre Disposición’ beneficiaba a sus hermanos Amador y Gloria. A cada uno le daba una serie de bienes individuales-casa de Chipiona y naves industriales- más la finca ‘Los Naranjos’, llamada ahora la de la discordia, a repartir un cincuenta por ciento para cada uno. Y ahí es donde surge el problema.

Al no venderse el chalet familiar de Monte Alto y, por lo tanto salir perjudicados los menores, la albacea dispuso equiparar la legítima repartiendo ‘Los Naranjos’. ¿Por qué hay que prorratear la finca y no otros bienes? La respuesta, por parte de gargantas profundas, no se hizo esperar. La finca, situada a las afueras de Chipiona, con una extensión de 50 hectáreas, podría convertirse en edificable con un nuevo plan de ordenación urbana. El precio final del terreno nada tendría que ver con la tasación actual de alrededor de un millón y pico de euros. Por lo tanto, se convertía en pieza codiciada. Por la parte legal insistían en que esa era la mejor solución al margen de la supuesta codicia nunca confirmada. De hecho, Rocío Jurado que era más lista que el hambre y con amigos en todos los estamentos sociales, debía saber cuando redactó el testamento que esas tierras acabarían convirtiéndose en chalets unifamiliares. Por lo tanto, si se la dejaba a sus hermanos por algo sería.

Con la repartición definitiva tampoco quedan mal. Los hermanos Mohedano Jurado tienen el 78% de la finca y el 22% restante para los tres hijos Rocío Carrasco y Fernando y Gloria Camila Ortega Jurado. La pregunta que por el momento no tiene respuesta es por qué se tasó el chalet de La Moraleja a un precio inferior al de otras viviendas de las mismas características –fecha de construcción, metros cuadrados…- de la zona. Ahora que se ha solventado la repartición de ‘Los Naranjos’, dicen algunos que se venderá más fácilmente y probablemente a precio de mercado. ¿Se ha cumplido realmente la voluntad de Rocío Jurado? Seguramente sí. Y si no lo ha sido allá cada cual con su conciencia. 'Los otros' no sólo se encarnan en Nicole Kidman.