Froilán, el nieto que marca estilo

A diferencia de su madre y de sus tíos Cristina y Felipe, que hicieron la Primera Comunión en solitario en la capilla del Palacio de la Zarzuela, Froilán lo ha hecho junto al resto de compañeros de su curso (Ver álbum). Como el colegio no tiene capilla y el salón de actos resulta poco ceremonioso para este tipo de reuniones religiosas, la dirección del San Patricio organiza desde hace años las Comuniones de sus alumnos en la Iglesia de los Dominicos en la carretera de Burgos, muy cerca de la urbanización de La Moraleja donde se encuentra “el colegio de los mayores”. Así llaman los alumnos de educación infantil a los dos centros de las afueras de Madrid donde se imparte primaria, secundaria y bachillerato. Froilán y su hermana Victoria están aún en la calle Serrano con un horario escolar de nueve y media de la mañana a cinco de la tarde, salvo cuando tienen clases extraescolares o, como en este último mes, que Froilán ha tenido, como el resto de los niños que hacen la Primera Comunión, ensayos.

Acompañado de sus padres, de su hermana Victoria y vestido de marinero, el traje que marca el colegio para esta celebración, Froilán llegó a la iglesia a las diez de la mañana. Más tarde lo hicieron los Reyes, los duques de Palma, la Infanta Margarita con su marido Carlos Zurita, la Princesa Irene, la abuela y madrina de bautismo Concepción Sáenz de Tejada y, por supuesto, el Príncipe Felipe. Doña Letizia se quedó en casa porque como dijo ella misma con el nacimiento de Sofía “estoy con eso de la lactancia materna”. Después sí participó en el almuerzo familiar y en la fiesta infantil organizada en el palacio de los abuelos.

Desde que nació, Froilán se convirtió en centro de atención. No sólo por ser el primer nieto, sino porque el niño ya desde muy pequeñito apuntaba maneras. En los posados familiares suele ser el que resuelve la foto o da la imagen del momento. Qué habríamos hecho los periodistas sin la famosa patada que le propinó a la prima Borbón Dos Sicilias el día de la boda de su tío. La retransmisión oficial del enlace no podía resultar más plana hasta que llegó la alegría periodística en forma de Froilán vestido de paje encabezando la rebelión de las masas. El niño es el preferido de los periodistas y del pueblo soberano que cada vez que acompañaba a sus padres a un acto oficial le aclamaban más que a los propios duques de Lugo. Fue en una de estas apariciones públicas cuando el niño preguntó por qué le gritaban Froilán “si yo me llamo Felipe”.

Le explicaron la historia y el erre que erre “que me llamo Felipe y Felipe y Felipe y lo otro no me gusta”. Parece que en el colegio cuando algún compañero le quiere molestar le grita Froilán y como es natural se mosquea. Eso le ocurrió el día que unos niños en el patio estaban presumiendo en plan “Pues mi padre tiene…(y aquí coloquen marca de coche, de teléfono móvil) y el otro respondía “pues el mío…”. Hasta que el nieto Froilán se hartó y dijo “Pues mi abuelo manda en todos y además tiene ejército”.

Una de las niñas presentes se lo contó más tarde impresionada a sus padres: “Dice Felipe que su abuelo manda en vosotros”. La mamá, con buen tino, le explicó que efectivamente el abuelito de su compañero era el Rey de España, pero que precisamente mandaba porque ellos y el resto de los españoles así lo habían decidido. Y en cuanto a los soldados también le explicaron que no eran propiedad de nadie, sino que estaban para defenderlos a todos. Tras la lección magistral de democracia, la niña continuó compartiendo juegos con Felipe Marichalar. Un niño muy sociable y travieso y que, según me dicen, se ha ido calmando con los años.

Hasta hace relativamente poco, cualquier lío que se montaba en el patio o en el comedor tenía a Felipe (Froilán) como protagonista. Unas veces efectivamente era el ideólogo de la travesura, pero otras sólo copartícipe e incluso mero espectador. Como la fama le precedía, la mayoría de las veces la amonestación iba para él. Por lo que me cuentan no se lo tomaba a mal.

A diferencia de su hermana Victoria que es toda una señorita, dulce y delicada con muy buena disposición para la danza y la música, a Froilán le gustan los deportes. Juega al baloncesto y al fútbol. Mientras que su tío Felipe es colchonero (del Atlético), él no se pierde un partido del Real Madrid y, sobre todo, las paradas de Iker Casillas, su ídolo.

Como cualquier abuela del mundo, la Reina acudió al colegio para asistir a una representación en la que Victoria demostró sus habilidades como bailarina. Al interesarse por los estudios musicales de su otro nieto y preguntar qué tipo de instrumento le iría mejor al niño, parece que no se anduvieron por las ramas. La contestación fue del tipo ‘A Felipe sólo le gusta el tambor’. La reina no insistió.