Larrañaga deberá pagar a su 'ex' 300.000 euros

Tras unos años de pleitos, primero con el divorcio y después con asuntos económicos, Carlos Larrañaga deberá pagar a su ex mujer María Teresa Ortiz-Bau una cantidad que ronda los trescientos mil euros según la sentencia del 9 de abril de 2007. O, para ser más exactos, quien adeuda es la empresa Mayfé Producciones SL, cuyo socio mayoritario además de administrador único es Carlos Larrañaga Ladrón de Guevara, pese a que uno de sus hijos tiene una participación mínima. Previa a la presentación de la reclamación hubo la sentencia de divorcio en junio de 2006, preceptiva para clarificar bienes comunes que en su momento quedó de manifiesto que no existían.

La demanda, interpuesta en el juzgado de Primera Instancia número 81 de Madrid en septiembre de 2006, se basa en los gastos que realizó Ortiz-Bau en los años que estuvo casada con el actor como hipotecas y préstamos para solventar la falta de liquidez de Larrañaga. La solicitud legal tiene que ver con una hipoteca que en su día solicitó Ortiz-Bau presentando como aval un local de su propiedad en Valencia.

Ese dinero parece que sirvió para saldar una deuda millonaria del actor con Hacienda. Esta primera cantidad fue de 180.722,891 euros. Poco después de la boda, celebrada el 13 de noviembre de 2000, Larrañaga acude de nuevo a su mujer para solventar una deuda de 90.361,44 euros que parece haber contraído un familiar cercano. Según la demanda, María Teresa solicita un crédito por esa cantidad. Más tarde en 2001 amplia el crédito hipotecario en 30.120,48 euros. En etapas sucesivas, julio de 2001, una línea de crédito de 36.144,57; en 2002, renovación de la anterior por la misma cantidad y un año después, en julio de 2003, un crédito personal para liquidar dichos préstamos. Estas cantidades más sus intereses deberán ser saldadas por el demandado.

La historia se remonta al año en que la pareja decidido cambiar de estado civil. Se casaron en régimen de gananciales, aunque tiempo después firmaron unas capitulaciones matrimoniales. Esta decisión tuvo que ver con la liquidación de una testamentaria -del padre de María Teresa- con una elevada e importante partición para Ortiz-Bau. Para este tipo de finiquitos legales es necesario que las partes estén de acuerdo y no se daba el caso, ya que un familiar directo de la entonces señora de Larrañaga no se fiaba ni media del actor y mucho menos de su capacidad administradora. De ahí la condición: o separación económica en forma de capitulaciones, o no hay firma. Este tipo de procesos puede tardar años en solventarse con el consiguiente coste económico. En aquel momento, parece que ya empezaba a anidar en ella ciertas sospechas sobre la idea que tenía su marido de las cuestiones económicas conyugales, que bien podría traducirse en “lo mío es mío y lo tuyo, de los dos”.

En estos momentos, la situación procesal queda de la siguiente forma: los abogados Antonio Bernal y Rocío Fernández han solicitado la ejecución de esta sentencia al margen del pronunciamiento sobre la apelación presentada por la parte demandada. María Teresa Ortiz Bau prefiere no hacer valoraciones y remite a la sentencia judicial, mientras que por parte de Larrañaga se aduce que estas cantidades forman parte de una donación a pesar de que se tipo de donativos nunca se suelen hacer a sociedades mercantiles como sería el caso de Mayfé Producciones S.L. Y menos, según explican los abogados- en presencia de notario.

La sentencia del juez, fechada en Madrid el 9 de abril de 2007, condena a la parte demandada a la devolución de las cantidades reclamadas, los intereses pasados y futuros de dichas cantidades, así como al pago de las costas procesales.