Es noticia
Menú
La exclusiva de Bustamante
  1. Celebrities
  2. En Vena
Paloma Barrientos

En Vena

Por

La exclusiva de Bustamante

Una colección de fotografías en la revista ¡Hola! donde se veía a David Bustamante y Paula Echevarría casándose de nuevo por el rito balinés hizo creer

Foto: La exclusiva de Bustamante
La exclusiva de Bustamante

Una colección de fotografías en la revista ¡Hola! donde se veía a David Bustamante y Paula Echevarría casándose de nuevo por el rito balinés hizo creer que la pareja había decidido –como hacen otros muchos- rentabilizar su amor. Ya lo hicieron en su día Karina y su peculiar peluquero, Amparo Muñoz, Alejandro Sanz y Jaidy Michel... con lo cual daba que pensar.

Sobre todo porque las imágenes no dejaban lugar a dudas. Era prácticamente imposible y dada la nitidez y tranquilidad de los recasados que fuera obra de un paparazzi. A no ser que el fotógrafo se hubiera disfrazado de palmera o en su defecto de alfombra de bambú. No resulta tan complicado emular a Mortadelo y Filemón si, a cambio, se consigue la preciada exclusiva. Otra posibilidad que se barajaba era que un conocido de los que se hacen pasar por amigo y que siempre pululan alrededor de los famosos hubiera birlado las imágenes. La traición tendría un precio y, seguramente, muy alto. Y quedaría otra opción, quizás la menos favorable para Bustamante y Paula: que el cantante y su chica hubieran vendido el reportaje.

Teniendo en cuenta que su enlace, el 22 de julio del año pasado en la basílica de Covadonga, fue una boda de puertas abiertas donde la prensa no sólo estuvo invitada sino que se nos facilitó todo tipo de información –padrinos, vestido de los novios, menú...- vender su intimidad no encajaba en la manera de actuar de los jóvenes artistas. Se desataron los rumores del canjeo monetario cuando la realidad ha sido otra.

Busta y Paula, acompañados de un grupo de amigos, aceptaron la invitación que les había hecho la presentadora y modelo Jacqueline de la Vega para que visitaran el complejo de lujo que ha montado en el pueblo de Seese, al sur de Bali y al que ha bautizado con el nombre de Shalimar. Se trata de tres casas de ensueño que se alquilan para un turismo muy selecto que disfruta durante el tiempo que permanece allí del llamado lujo asiático. Los visitantes que quieran pueden optar por la ‘Ceremonia de las Bendiciones’ que se paga aparte. No fue el caso de David y Paula porque fue regalo de la casa.

Los vestidos nupciales también van incluidos. Un taller local los cose a la medida en menos tiempo que canta un gallo. En este caso el colibrí. Para él, una chaqueta en color blanco y botones dorados con el mismo diseño que los utilizados por los camareros de restaurante cinco tenederotes. Lo acompañaba de un pareito con los cantos dorados y un gorrete de pinche de cocina. Paula, bella como siempre, lucía una túnica bordada y una flor que la iluminaba la cara. Todo muy de película de amor y lujo.

Estaba previsto que las fotografías formaran parte del álbum familiar, pero alguien les informó que un osado paparazzi había hecho su trabajo. Es decir, fotografiar desde otro ángulo la ceremonia y venderlas después al mejor postor. Enterados de ello, deciden ‘romper la exclusiva’ y entregar el material a la revista ¡Hola!. Hasta aquí perfecto, pero me pregunto porque sólo se lo dieron a ese medio y no al resto –Semana, Lecturas, Diez Minutos...- que siempre les han tratado muy bien.

Una colección de fotografías en la revista ¡Hola! donde se veía a David Bustamante y Paula Echevarría casándose de nuevo por el rito balinés hizo creer que la pareja había decidido –como hacen otros muchos- rentabilizar su amor. Ya lo hicieron en su día Karina y su peculiar peluquero, Amparo Muñoz, Alejandro Sanz y Jaidy Michel... con lo cual daba que pensar.