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Isabel Pantoja se va de España
Hace un año, por estas fechas, Isabel Pantoja no intuía ni por asomo como discurriría su vida tanto en el apartado público como en el privado.
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Hace un año, por estas fechas, Isabel Pantoja no intuía ni por asomo como discurriría su vida tanto en el apartado público como en el privado. En aquel momento, con el novio recién recluido en la cárcel de Alhaurín en calidad de preso preventivo, la cantante creía que la situación no podía empeorar. Pero como suele ocurrir en la vida, uno dispone y el destino lo descompone. Llegaron tiempos peores.
Julián Muñoz no sólo no salía en libertad, sino que le complicaba su existencia. Sus visitas carcelarias se convirtieron casi en quiniela semanal ¿Acudirá? ¿No acudirá? ¿Se escaqueará como en ocasiones anteriores? ¿Le darán la espalda las “cuñadas” o se enfrentarán a ella por su aparente desidia afectiva?... Así durante meses y meses hasta que otras noticias relacionadas exclusivamente con ella solapaba la falta de dedicación carcelaria.
Por cierto, ahora ya ni se plantean estas preguntas porque la relación amorosa se encuentra más fría que los decorados de la película animada Ice Age. Incluso hay quien afirma que si la ruptura no se ha hecho efectiva por parte de Pantoja se debe precisamente a ciertas “indicaciones” de Muñoz que la cantante no ha tenido más remedio que acatar. Más o menos tendría que ver con dejar las cosas como están a cambio de no menear la perdiz con supuestas cartas, documentos y papeles que podrían acabar en cualquier redacción y que tendrían a la novia como protagonista.
Con el paso de los meses, los tiempos peores pasaron a ser terribles con la difusión de las fotos de la ficha policial. Se trata de tres imágenes valoradas en el mercado en algo más de ocho mil euros. Precisamente su publicación ha originado una investigación interna para esclarecer quién o quiénes traficaron con el material. Por su parte, Isabel Pantoja tiene intención de tomar medidas legales contra las personas que han facilitado o incumplido la Ley de Protección de Datos.
Antes de que se publicaran las imágenes la cantante había solicitado un permiso al juzgado para viajar fuera de España. Las medidas cautelares impuestas en su día por el juez Torres incluían, además de la fianza de 90.000 euros, la retirada del pasaporte así como la presentación ante la policía los primeros y quince de cada mes. Sin la autorización no era posible cumplir con la gira internacional que tenía prevista y que la llevará a actuar en Venezuela, Ecuador, Puerto Rico y Miami entre el 21 de agoto y el 15 de septiembre.
Como me confirmaban desde el despacho de abogados que la defiende, no ha existido trato de favor a la hora del consentimiento legal para el viaje de ultramar. En este tipo de circunstancias hay que presentar una extensa documentación que incluye los contratos laborales, los billetes de avión y el lugar de residencia durante el tiempo que permanezca fuera de España. Parece que también se tiene muy en cuenta el “arraigo” familiar y que exista tratado de extradición con los países que se desea visitar. Como la cantante cumplía los requisitos requeridos, no ha tenido problemas para marcharse y hoy aterriza en el aeropuerto venezolano de Maiquetía. A continuación actuará el 24 en el Forum de Valencia y el 25 en el teatro Teresa Carreño de Caracas acompañada por el flautista Huascar Barradas.
Días después se trasladara a Quito; el 8 de septiembre cantará en San Juan de Puerto Rico y el broche final el 15 de septiembre en el James Knigth Center de Miami. La cantante viaja con la indestructible María Navarro y su hermano Agustín. Su hijo Kiko y la novia de éste podrían incorporarse en alguna etapa de este viaje profesional para, de esta forma, quitarse de en medio durante un tiempo.
Si hace años cuando Isabel Pantoja se sentía acosada amenazaba con marcharse de España para siempre, en esta ocasión su alejamiento patrio se convierte casi en una terapia.
Hace un año, por estas fechas, Isabel Pantoja no intuía ni por asomo como discurriría su vida tanto en el apartado público como en el privado. En aquel momento, con el novio recién recluido en la cárcel de Alhaurín en calidad de preso preventivo, la cantante creía que la situación no podía empeorar. Pero como suele ocurrir en la vida, uno dispone y el destino lo descompone. Llegaron tiempos peores.