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La venta de 'La esclusa' puede crearle problemas a la baronesa
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Paloma Barrientos

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La venta de 'La esclusa' puede crearle problemas a la baronesa

La falta de liquidez de Carmen Cervera ha solapado el enésimo enfrentamiento de la baronesa con su hijastra Francesca, con la que nunca se ha llevado

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La venta de 'La esclusa' puede crearle problemas a la baronesa

La falta de liquidez de Carmen Cervera ha solapado el enésimo enfrentamiento de la baronesa con su hijastra Francesca, con la que nunca se ha llevado bien. Ni en vida del barón ni después. No son amores reñidos que, como dice el refrán, son los más queridos, sino que el afecto que a veces se han demostrado públicamente tenía que ver con pactos circunstanciales. Uno de los momentos más llamativos tuvo su reflejo gráfico al salir del museo Thyssen de la mano en plan madrastra buena e hijastra cariñosa.

La fecha coincidió con el anuncio de boda de Borja y Blanca, que fue el momento en que Carmen Cervera decidió iniciar la ofensiva contra la que sería su nuera. A la ceremonia y posterior convite estaría invitada Francesca, por aquello de mejorar la exclusiva millonaria que publicaría ¡Hola!, con el consiguiente mosqueo de la baronesa. Lo llamativo de este enfado fue que después Tita se abonó a las exclusivas con las mellicitas y los perros como atractivo mediático.

Después de ese apaño eventual Francesca retomó su animosidad hacia la quinta esposa de su padre y, cada vez que le hacían una entrevista, soltaba una perlita envenenada. Carmen más conciliadora contestaba con su frase habitual: “Son las cosas de Francesca”.

Ahora la baronesa quiere vender un cuadro de su colección y la hijastra tienen derecho a veto, como miembro del patronato de la fundación que es. En su caso aduce que debe preservar el ideario de su padre y que, además, la tela en oferta -La Esclusa de John Constable valorada en cuarenta millones de euros- era una de las pinturas preferidas del barón.

Carmen Cervera por su parte cuenta que puede hacer lo que quiera y que no necesita la aprobación de Francesca para su venta. La necesidad de dinero efectivo (cash, que diría Lomana) para mantener el nivel de vida actual sería una de las causas para despachar la obra. La baronesa explicaba a Margarita Penche en la revista Semana: “Yo no tengo una máquina de hacer dinero. Soy como todo el mundo y la crisis me afecta como al resto de la gente. Naturalmente que tengo problemas de liquidez”.

Ante esta afirmación hay quien considera que no es creíble y, por lo tanto, debe haber otras razones. Un conocedor de las grandes fortunas asegura irónico que “Carmen Cervera tendrá problemas de liquidez para adquirir un avión o un barco, pero no para su vida diaria. Entiendo que poner en circulación un cuadro de esas características nada tienen que ver con pagar la luz, el gas o las nominas del servicio”.

Ante la iniciativa mercantil de la venta de La Esclusa Borja no se ha pronunciado. En su día solicito a su madre información documental sobre los diferentes trust y sociedades compartidas y, hasta el día de hoy, no ha recibido ni un solo dato. En un futuro este posible traspaso mercantil podría tener consecuencias de ahí que la famosa tela de Cosntable pueda convertirse en una pesadilla para Tita Cervera. Tita cervera museo thyssen cuadros borja herencia

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La falta de liquidez de Carmen Cervera ha solapado el enésimo enfrentamiento de la baronesa con su hijastra Francesca, con la que nunca se ha llevado bien. Ni en vida del barón ni después. No son amores reñidos que, como dice el refrán, son los más queridos, sino que el afecto que a veces se han demostrado públicamente tenía que ver con pactos circunstanciales. Uno de los momentos más llamativos tuvo su reflejo gráfico al salir del museo Thyssen de la mano en plan madrastra buena e hijastra cariñosa.