¿Qué está pasando en el Palacio de la Zarzuela?

Hacía tiempo que no se daban tantas peculiaridades en el entorno directo de la Familia Real y con consecuencias importantes por su repercusión mediática.

Primero fue la bronca de Su Majestad a una redactora que preguntó educadamente por su salud. Después, el intento desafortunado de imponer unas normas peligrosas a la prensa acreditada que más tenían que ver con una futura censura que con “definir la cobertura de gráficos, cámaras y redactores”, como informó a Vanitatis el responsable de comunicación.

En realidad, el eufemismo utilizado por Iribarren no significaba otra cosa que la prohibición de la entrada a los redactores para evitar preguntas. Como era de esperar, el desacierto se convirtió en titular de los medios y de las redes sociales con el consiguiente y negativo efecto rebote para la Institución. Hubo marcha atrás y el error lo asumió el mensajero Iribarren.

Por ahora, no hay cambios estructurales y la información real continuará en la misma línea que hasta ahora.

Después, llegó la imputación a un socio de Iñaki Urdangarín en el caso Palma Arena. A continuación, las desafortunadas palabras que el heredero le dedicó a una joven a la salida del Palacio Baluarte de Pamplona cuando ésta reivindicó la República: “Ya has tenido tu minuto de gloria”. 

Las explicaciones al gesto del heredero por parte de la oficina de prensa resultaron un tanto chuscas al asegurar que “todo estaba orquestado”. En realidad, lo que se cuestionó no fue la conversación entre el Príncipe y la activista, sino el broche final de Don Felipe, a todas luces fuera de lugar. En cambio, no hubo problemas en la corrida de la Beneficencia cuando los gritos de "¡Viva el Príncipe!" y "¡Viva la República!" se solapaban dependiendo desde donde se escucharan. No hubo reacción por parte del titular y, por lo tanto, una vez que comenzó la lidia, la afición taurina superó la ideología. Ese día no hubo ni explicación ni aclaración posterior y la normalidad imperó en Zarzuela.

No todas las peculiaridades que últimamente suceden en el entorno de la Primera Familia son negativas. Por primera vez, se ha informado de que la Reina, habitual del influyente club Bildelberg, participa  en las jornadas que se celebran en Saint Moritz. Hasta ahora, esa información “no se contemplaba”, que es como decir que “sí saben, pero no contestan”. Y otra noticia favorable fue colgar en la web de la Casa Real una foto de Jaime de Marichalar saludando a la Reina en la inauguración del museo Balenciaga. Imagen que sólo pudo captar el fotógrafo oficial, porque el resto de profesionales no tuvo acceso a ese lugar.

Por primera vez desde la separación de la primogénita, el exduque de Lugo volvía a existir y además por deseo expreso de doña Sofía, que siente por su exyerno un gran cariño. Quizá esta multiplicidad de “diversidades estructurales” que últimamente afectan al palacio de la Zarzuela sean como el tiempo: cambiantes.

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