La guapa, el feo y el malo de la familia Borbón

Si no fuera por las repercusiones negativas que afectan a la Institución, los líos empresariales y supuestamente ilícitos de Urdangarin podrían formar parte de un serial del tipo Gran Hotel de Antena 3, con un título atrayente como La guapa, el feo y el malo, rememorando la película de Sergio Leone. El duque de Palma se convertiría sin duda en el malo de una historia que, para que tuviera más interés, añadiría al casting personajes colaterales como la nuera Letizia Ortiz (que sería la guapa) y el yerno feo con perfil de Jaime de Marichalar.

El caso es que la trama ficticia nada tendría que envidiar a la real, donde el desbarajuste empresarial, societario, económico y afectivo ha alcanzado una dimensión extraordinaria en el aspecto público, pero también en el círculo familiar de los Borbones. De hecho, desde que el diario El Mundo publicó las primeras noticias sobre la trama de las empresas dirigidas y participadas por Urdangarin y su socio Diego Torres, la invisibilidad de algunos de sus miembros ha sido palpable. Y quizá aún queda lo peor, cuando la infanta Cristina y su familia regresen a España para pasar las vacaciones de Navidad, con el consiguiente revuelo informativo y mediático.

Según ha podido saber Vanitatis, una de las preocupaciones fundamentales de la hija del Rey -al margen del tema legal- es que sus hijos no tengan otra información que la suya sobre el feo asunto que afecta a su padre. Sobre todo Juan, el mayor, que puede acceder a las redes sociales y a internet en general, donde figuran comentarios sobre las actuaciones de los jueces y la agencia tributaria en España referentes al caso Palma Arena y la pieza separada que afecta a Urdangarin.

Otro de los problemas que tendrá que solventar el duque de Palma (el malo en la película) será el encuentro familiar con su suegro en las reuniones festivas de estas fechas. Parece que una de las cosas que al Rey le va a resultar complicado disculpar es la referida a las peticiones de su yerno para que ejerciera de introductor ante amistades y conocidos, sin imaginar en qué se convertiría el instituto sin ánimo de lucro Nóos.

La guapa y el feo

En su día se dijo que la princesa Letizia era la causante del enfriamiento en las relaciones de los hermanos Borbón, al no dar su visto bueno para que los padres del duque se alojaran en su casa. La consorte real ha sido criticada en muchas ocasiones por su aparente prepotencia, pero en ningún caso ha dañado a la institución más allá de sus frivolidades al actuar como clase media y exigir una intimidad incompatible cuando el sueldo de su marido y el mantenimiento de su casa dependen de los Presupuestos Generales del Estado. Su hermana Telma tuvo su actuación estelar con su demanda cósmica a más de treinta medios nacionales, pero en ese caso la que hizo el ridículo fue ella y no la monarquía.

En cuanto a la imagen de Marichalar, no solo ha mejorado de cara a la opinión pública ante los supuestos desmanes de su excuñado, sino que también su exfamilia política debería estar agradecida ante su discreción y elegancia.

Paradojas del destino, el que siempre se dijo que era el familiar ‘político’ preferido del Rey, Urdangarin, al final va a ser el que más quebraderos de cabeza le va a dar.