La reina, Urdangarín y las fotos de la polémica

Las imágenes publicadas por la revista Hola donde aparece la reina acompañada de los duques de Palma se ha convertido en tema de la semana por las muchas lecturas e interpretaciones que de estas fotos se pueden hacer. 

Ninguna de ellas podría definirse como favorable, salvo la de entender la postura de la reina como madre y abuela protectora. Aunque, incluso en este caso, habría resultado igual de efectiva la presencia de doña Sofía sola junto a su hija.

Lo que ya no se comprende es el protagonismo del yerno real, que sólo por una cuestión de respeto institucional debería haberse excluido y no posar como si no pasara nada y las noticias que se publican en España ( y en el resto del mundo)sobre sus negocios turbios y sus implicaciones -como informa El Mundo- de un plan para desviar cinco millones de euros a paraísos fiscales no fuera con él.

A la hora de escribir esta noticia, el duque continúa sin estar imputado, aunque las informaciones sobre cómo ha manejado su vida empresarial desde que se convirtió en marido de la infanta son inquietantes. Y quizá, por los rumores que circulan, sólo sería el principio de una situación familiar que puede complicarse mucho más. De ahí que no se entienda ese posado consentido en unos momentos donde la Casa Real ha optado por el silencio ante una historia que aparentemente se está yendo de las manos.

Para entender este reportaje gráfico hay que saber que a la Familia Real no se le hacen fotos que ellos no permitan, salvo algún robado excepcional, como fueron las de la princesa con sus niñas en Portugal o esquiando en los Alpes, donde no aparecía el heredero. Cuando está don Felipe, las medidas de seguridad son mucho más fuertes y es prácticamente imposible que ningún paparazzi los inmortalice, e incluso en el caso de que se consigan, a veces el medio que las compra “negocia” con los responsables de Zarzuela.

En Washington no hubo trabajo de investigación, sino un cuadro familiar permitido. Según varios fotógrafos consultados por Vanitatis, se realizaron con una lente corta y, por lo tanto, con consentimiento absoluto de los protagonistas.

Otro dato para la reflexión es que no aparece el nombre del profesional que las hizo, sino que el reportaje va firmado por Agencias y los medios internacionales que se han interesado por el material aseguran que dichas fotos no están en el mercado. Un dato insólito, porque habitualmente la exclusiva lo es para España pero no para el resto de revistas extranjeras como Point de Vue, Paris Mach, VSD... que suelen surtirse de este tipo de material.

¿Y por qué no pudieron comprarlas? “Seguramente, –responden-, porque hubo un acuerdo previo para que se pudieran tomar las imágenes. Un razonamiento que da lugar a pensar lo fácil, que habría sido obviar al cuestionado duque de Palma.

Teniendo en cuenta lo cuidadosa y el sentido de la institución que tiene la reina no se explica este “posado”, que seguramente no le ha hecho ninguna gracia al rey, que en estos momentos prefiere el perfil de invisibilidad para su yerno. A pesar de que los delitos sean supuestos y de que haya o no imputación, no cabe duda que Urdangarin se aprovechó de ser el marido de una infanta de España.