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El amigo malvado de Urdangarin
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Paloma Barrientos

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El amigo malvado de Urdangarin

Este lunes termina el plazo para que Iñaki Urdangarin y su exsocio en el Instituto Nóos, Diego Torres, presenten las alegaciones a la fianza que impondrá

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El amigo malvado de Urdangarin

Este lunes termina el plazo para que Iñaki Urdangarin y su exsocio en el Instituto Nóos, Diego Torres, presenten las alegaciones a la fianza que impondrá el juez por el supuesto desvío al Instituto Nóos de unos 6,1 millones de las administraciones balear y valenciana. Antes del proceso, Diego Torres no era solo el socio del yerno real, también era el amigo, el confidente y el asesor. Así lo presentaba Urdangarin a su familia cercana y al resto de conocidos en los primeros encuentros. Para la primera Familia, es decir, el rey, la reina, los príncipes, infanta, primos Zurita o Gomez Acebo, Torres era uno más en el entorno de los duques de Palma y como tal lo trataban. Lo llamaban el 'cerebrito' porque su currículum académico y profesional era brillante. Sus tareas lo llevaban, incluso, a asesorar de palabra y sin compromiso en las reuniones que se organizaban en el palacete de Pedralbes, ese 'Xanadú' de los duques que ahora han puesto a la venta por siete millones de euros. Muchos se preguntan si el futuro comprador tendrá entidad real o solo supondrá un ente/tapadera. Una vez visto cómo se las gasta el yerno real, todo es posible.

La pareja Urdangarin Torres, ahora imputada en varios delitos, se enriqueció, supuestamente, a golpe de pelotazos ilegales. La prepotencia y la desverguenza sirvió como elemento unificador para forrase. Y como entre piratas no hay fidelidades, salvo en las canciones de Serrat, ahora que ya no pueden atracar galeones, se traicionan. El primero en hacerlo fue Urdangarin, echando toda la culpa al "hermano Caín" cuando declaró en las vistas previas. Torres, que es mucho mas listo, "recogió el guante" y esperó al momento preciso. Dar salida pública a material sensible en forma de correos en el que aparece Corinna como elemento colateral y perturbador, es una jugada parecida a la que utilizan los mafiosos para achantar al contrario. Urdangarin es y será un peligro para la institución pero lo que no es de recibo y no se debería permitir es que un pirata se dedique a chantajear a la Jefatura del Estado.

Este lunes termina el plazo para que Iñaki Urdangarin y su exsocio en el Instituto Nóos, Diego Torres, presenten las alegaciones a la fianza que impondrá el juez por el supuesto desvío al Instituto Nóos de unos 6,1 millones de las administraciones balear y valenciana. Antes del proceso, Diego Torres no era solo el socio del yerno real, también era el amigo, el confidente y el asesor. Así lo presentaba Urdangarin a su familia cercana y al resto de conocidos en los primeros encuentros. Para la primera Familia, es decir, el rey, la reina, los príncipes, infanta, primos Zurita o Gomez Acebo, Torres era uno más en el entorno de los duques de Palma y como tal lo trataban. Lo llamaban el 'cerebrito' porque su currículum académico y profesional era brillante. Sus tareas lo llevaban, incluso, a asesorar de palabra y sin compromiso en las reuniones que se organizaban en el palacete de Pedralbes, ese 'Xanadú' de los duques que ahora han puesto a la venta por siete millones de euros. Muchos se preguntan si el futuro comprador tendrá entidad real o solo supondrá un ente/tapadera. Una vez visto cómo se las gasta el yerno real, todo es posible.

Iñaki Urdangarin