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Las infantas no comen chuches, sólo frutos secos
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Paloma Barrientos

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Las infantas no comen chuches, sólo frutos secos

Las infantas Leonor y Sofía no comen chuches ni tan siquiera en las fiestas infantiles a las que acuden. Sólo se las permite ingerir frutos secos.

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Las infantas no comen chuches, sólo frutos secos

Las infantas Leonor y Sofía no comen chuches ni tan siquiera en las fiestas infantiles a las que acuden. Sólo se las permite ingerir frutos secos. Al menos oficialmente, aunque luego ellas consigan engañar a quienes las vigilan, se les metan en los bolsillos y se tomen los ositos, las nubes y los regalices cuando ningún adulto las ve. Así lo hizo la primogénita en el último cumpleaños, al que acudió junto a su hermana en Boadilla del Monte. La consorte real dejó a las niñas y estas seguramente se sintieron libres y se atiborraron de dulces.

Esta obsesión de la Princesa llega a límites exagerados en lo que se refiere a la educación y sobre todo alimentación de sus hijas. En ocasiones ha dado más de un quebradero de cabeza a los responsables del colegio, que no tienen más remedio que acatar las sugerencias principescas. Otra cosa son algunos padres, que tienen problemas a la hora de organizar los festejos infantiles si van Leonor y Sofía.  

Hay unas pautas marcadas por la Princesa, que a veces más que molestar interfieren en la  normalidad de la reunión lúdica. A los amigos y familiares del anfitrión no se los puede decir que van las nietas reales. La desconfianza de la princesa es tan excesiva como la negativa a que las infantitas tomen chuches. Aunque hay madres y sobre todo padres que esta norma se la saltan a la torera. Seguramente serán republicanos.

Las infantas Leonor y Sofía no comen chuches ni tan siquiera en las fiestas infantiles a las que acuden. Sólo se las permite ingerir frutos secos. Al menos oficialmente, aunque luego ellas consigan engañar a quienes las vigilan, se les metan en los bolsillos y se tomen los ositos, las nubes y los regalices cuando ningún adulto las ve. Así lo hizo la primogénita en el último cumpleaños, al que acudió junto a su hermana en Boadilla del Monte. La consorte real dejó a las niñas y estas seguramente se sintieron libres y se atiborraron de dulces.