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Eugenia Martínez de Irujo, desbordada por la boda de su exmarido, Fran Rivera
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Paloma Barrientos

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Eugenia Martínez de Irujo, desbordada por la boda de su exmarido, Fran Rivera

La duquesa de Montoro, Eugenia Martínez de Irujo, ha demostrado elegancia y saber estar ante la avalancha de historias mediáticas relacionadas con su exmarido, su hija

Foto: La duquesa de Montoro, Eugenia Martínez de Irujo, en una imagen de archivo (I.C.)
La duquesa de Montoro, Eugenia Martínez de Irujo, en una imagen de archivo (I.C.)

La duquesa de Montoro, Eugenia Martínez de Irujo, ha demostrado elegancia y saber estar ante la avalancha de historias mediáticas relacionadas con su exmarido, su hija y hasta con los amores y supuestos desencuentros de su madre y Alfonso Díez que, como se ha visto, nada tenían que ver con la realidad. En muchos momentos se ha sentido desbordada sin ser ella la causante de la noticia. Cuando lo fue por sus novios se aguantaba y puso buena cara. Se llevaba bien con los fotógrafos, a los que a veces les aconsejaba que se marcharan de la puerta de la casa de Marbella, porque no iba a salir. Con el asunto de la custodia de la niña lo llevó muy mal, sobre todo porque el nombre de la menor estaba día sí y día también en la prensa.

A Eugenia le han ofrecido entrevistas muy bien pagadas, platós de televisión a la carta y lo que quisiera. Incluso temas aparentemente solidarios encubiertos para promocionar firmas comerciales. Algo así como lo que se hacía antes, tipo ponga un pobre en su vidao colabore en un ropero de barrio marginal, que ahora se ha sustituido por viaje a África con parada y fonda en aldea con negritos, y de paso realice un reportaje gráfico para revista de moda de gama alta con fondo de jirafas o similar.

En su caso, no se ha prestado a este tipo de historias y tampoco ha utilizado Pequeño Deseo, su ONG, para vender fachada. Y en la última presentación de Tous, firma para la que trabaja y de la que es imagen, fue comedida en sus comentarios, a pesar de no ser la causante de abrir el melón del cambio de custodia. Proteger a su hija y exponerla lo menos posible es una de sus cuestiones prioritarias. No quiere que la adolescente se convierta en personaje antes de tiempo. “Cuando cumpla los 18 que sea ella la que decida”, ha dicho muchas veces.

La duquesa de Montoro, Eugenia Martínez de Irujo, ha demostrado elegancia y saber estar ante la avalancha de historias mediáticas relacionadas con su exmarido, su hija y hasta con los amores y supuestos desencuentros de su madre y Alfonso Díez que, como se ha visto, nada tenían que ver con la realidad. En muchos momentos se ha sentido desbordada sin ser ella la causante de la noticia. Cuando lo fue por sus novios se aguantaba y puso buena cara. Se llevaba bien con los fotógrafos, a los que a veces les aconsejaba que se marcharan de la puerta de la casa de Marbella, porque no iba a salir. Con el asunto de la custodia de la niña lo llevó muy mal, sobre todo porque el nombre de la menor estaba día sí y día también en la prensa.

Francisco Rivera
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