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Obregón y el pequeño Nicolás
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Paloma Barrientos

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Obregón y el pequeño Nicolás

Ana Obregón es de los pocos personajes populares que por ahora no tiene foto con el pequeño Nicolás. Y este es uno de los fallos que

Foto: La actriz Ana García Obregón en una imagen de archivo en Miami (Gtres)
La actriz Ana García Obregón en una imagen de archivo en Miami (Gtres)

Ana Obregón es de los pocos personajes populares que por ahora no tiene foto con el pequeño Nicolás. Y este es uno de los fallos que tuvo el aprendiz de Paesa (el agente secreto que publicó su propia esquela) para iniciar su bajada del Olimpo lobbysta en el que se había instalado. Otro error importante fue el ser bocazas, pero a los 20 años la osadía, la audacia y el calentón verbal va casi unido. Y decía que no tener en cuenta a la Obregón cuando es una institución social supone una falta de conocimiento de cómo se mueve el mundo.

La artista multitarea lo mismo sirve para trabajar en series de éxito que ella misma escribe, bailar en una barra ejerciendo de stripper como en Ana y los Siete sin descoyuntarse, que hablar de la mosca del vinagre (su tesis de fin de carrera) o, como esta última semana, responder a las preguntas de los periodistas sobre el ébola. “Como bióloga podría decir muchas cosas”, dijo en la presentación de Sofocos, la obra en la que participa. Unas declaraciones que primero causaron estupor, pero después cierto cachondeo de algunos de los legos en materia “Obregón”.

La actriz y presentadora puede ser “Anita la fantástica” cuando recuerda su casi “petición de mano” de Alberto de Mónaco o situaciones similares recreadas por ella, como cuando se refiere a ciertos contratos internacionales que nunca acaban de rematar. Pero lo que es indudable, y así lo corroboran compañeros de facultad de aquellos años, es que “Anita era una de las mejores estudiantes de la clase. Sus apuntes eran magníficos. Dibujaba la célula con todas sus partes y cada una de un color. El núcleo de uno, el retículo endoplasmático de otro, el mitocondrio más claro, el citoplasma más oscuro… Eran estupendos y aunque no hubieras ido a clase, con sólo echarlos un vistazo aprobabas”, contaba en una ocasión un estudiante que coincidió con Ana.

Ana Obregón es de los pocos personajes populares que por ahora no tiene foto con el pequeño Nicolás. Y este es uno de los fallos que tuvo el aprendiz de Paesa (el agente secreto que publicó su propia esquela) para iniciar su bajada del Olimpo lobbysta en el que se había instalado. Otro error importante fue el ser bocazas, pero a los 20 años la osadía, la audacia y el calentón verbal va casi unido. Y decía que no tener en cuenta a la Obregón cuando es una institución social supone una falta de conocimiento de cómo se mueve el mundo.

Ana Obregón