Cómo pagará los 600.000 euros la infanta

Los duques de Palma lo tienen cada vez más crudo, aunque parezca que el 'caso Nóos' no va con ellos. Continúan con su vida de emigrantes de lujo, con actividades familiares de fines de semana de esquí, viajes cada cierto tiempo a España y recibiendo a los pocos amigos que les quedan de antes de ser imputados.

Aún no se sabe en qué consistirán las Navidades para los Urdangarin, pero lo que parece claro es que habrá complicaciones para que el duque de Palma comparta cena de Nochebuena con Felipe VI, que desde el primer momento cortó amarras con el cuñado avaricioso y la hermana que no se enteraba de nada. La infanta desmemoriada ni tan siquiera recordaba aquel anuncio de la agencia tributaria de "Hacienda somos todos" y, por lo tanto, se olvidó que había que pagar. Lo del blanqueo ya es otro cantar y como en ese sentido no está imputada, hay que dejar en paz las clases de baile y el sushi a 3.000 euros para festejar el cumple del marido querido.

Y no solo hay que tener en cuenta el aspecto judicial con una petición de cárcel de 19 años por ocho delitos supuestamente cometidos por el cuñado real. Hasta me parece bien liberar a la hija del Rey saliente, que bastante tiene con decidir cómo responde a su hermano con el tema de la renuncia a unos derechos que éticamente perdió cuando dejó de respetar la jefatura del Estado.

Los Urdangarin lo tienen muy crudo porque el montante económico que tienen que pagar es tan alto que deberían empezar por hacerse amigos del caballero al que le toca la lotería aunque no haya pagado el décimo. Por un lado, y en el caso de que Cristina sea procesada, deberá pagar 600.000 euros por su desacuerdo con Hacienda. No está imputada por blanqueo de capitales, pero sí a titulo lucrativo con la agenciade la que somos todos titulares. También es verdad que muy a nuestro pesar. Y en el caso de su marido, el montante superaría los tres millones de euros. Teniendo en cuenta que la infanta tiene un sueldo de La Caixa que cotiza y Urdangarin está en el paro, la única posibilidad sería que los padres reyes les hicieran un préstamo o una donación. En ambos casos hay que acreditar de dónde vienen los euros. Ya no se puede poner puertas al campo en materia informativa. Menos mal que el Rey cuida su empresa, que es la de todos.