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La infanta Cristina e Isabel Pantoja, separadas al nacer
Ambas han mantenido una imagen muy parecida en lo que se refiere a sus relaciones tanto con la justicia como con la prensa, aunque la tonadillera parece que ha podido cambiar su estrategia
La respuesta del juez instructor del caso Nòos, José Castro, a la infanta Cristina ha sido clara y contundente. Ha dicho en su escrito que no hay rebaja. Que la cantidad que tiene que pagar por responsabilidad civil se mantiene en 2,7 millones de euros y que se ponga como se ponga deberá consignar en la fecha marcada, y que si no, embargo, como le sucede a cualquiera en su misma situación.
La interpretación doméstica del magistrado viene a decir a la hermana de Felipe VI que su juzgado no es un mercadillo de fin de semana donde se pueda regatear. Que lo hubiera pensado antes de pagar las clases de salsa y las vacaciones de África, por poner un ejemplo, con dinero no justificado legalmente. Total, que la duquesa de Palma tendrá que afrontar la deuda como mejor pueda. Con la ayuda de su padre o de los amigos de su padre, porque oficialmente tiene su sueldo de La Caixa y los pisos en Barcelona y Palma a medias con su marido, que también tiene que desembolsar por sus despropósitos.
La infanta se mantiene en sus trece, y por el momento no tiene intención de arrepentirse y pedir perdón público renunciando a su estatus real. Solo le falta mostrar “dientes, dientes”, como hacía Isabel Pantoja. Ambas han mantenido una imagen muy parecida en lo que se refiere a sus relaciones con la justiciapor un ladoy con la prensa por otro. Una manera de comportarse tipo como si hubieran sido separadas al nacer, donde la prepotencia era muy similar.
Pero mientras que la cantante parece que ha cambiado de estrategia, la hermana real sigue igual. Pantoja ha ido pagando y ajustando los embargos de sus casas a su situación carcelaria. Incluso ha bajado un millón de euros el precio de la casa de La Moraleja para que se pueda vender más fácilmente y pagar tanto a la Agencia Tributaria como la multa por el delito de blanqueo. En cuanto a su imagen pública también hay cambios. No se paró con la prensa al salir de la prisión de Alcaláde Guadaíra, pero tampoco hubo chulería. Prefirió aparecer con la cara limpia, sin utilizar las gafas de sol habituales que suele lucir. Se subió al coche despacio para que las cámaras pudieran grabar esa salida que marca los nuevos tiempos mediáticos de Pantoja, diseñados quizá por su nuevo letrado, siguiendo el ejemplo de Ortega Cano.
La infanta, en cambio, sigue sin modificar su historial y permite a sus abogados, Miquel Roca y Jesús Silva, que sigan descalificando las decisiones del juez Castro. Sostienen que la fianza es manifiestamente injustificada y desproporcionada.
La respuesta del juez instructor del caso Nòos, José Castro, a la infanta Cristina ha sido clara y contundente. Ha dicho en su escrito que no hay rebaja. Que la cantidad que tiene que pagar por responsabilidad civil se mantiene en 2,7 millones de euros y que se ponga como se ponga deberá consignar en la fecha marcada, y que si no, embargo, como le sucede a cualquiera en su misma situación.