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20 mil euros en escoltas para una Letizia que ve fantasmas
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Gema López

Malas Lenguas

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Gema López

20 mil euros en escoltas para una Letizia que ve fantasmas

Letizia ha vuelto a ver fantasmas y los que contemplamos perplejos las vacaciones, a cuerpo de rey, que se han marcado ella y su noble parentela,

Foto: La princesa, en una imagen de archivo
La princesa, en una imagen de archivo

Letizia ha vuelto a ver fantasmas y los que contemplamos perplejos las vacaciones, a cuerpo de rey, que se han marcado ella y su noble parentela, también. A pesar del paraíso lejano que la doña ha elegido para salvaguardar la imagen de unas herederas a las que saca de paseo público dos veces al año, y de encontrarse en un lugar donde las señoras ricachonas pasan de cuentos y princesas ella, que siempre anda con la mosca tras la oreja, se sintió observada y montó en cólera.

Letizia ve un móvil e intuye una foto publicada y, antes de que eso ocurra, es capaz de montarle un pollo a una turista deluxe, de cerciorarse de si la fulanita de tal en cuestión, lo que estaba haciendo con el teléfono era pedir cita para su próximo retoque estético.

Ante estas situaciones, los escoltas ya no saben qué hacer. Porque una cosa es arrebatarle una cámara a un paparazzi durante la cabalgata de reyes y otra bien distinta, dejarle a una señora sin el último grito en tecnología e impedirle su último pinchazo de bótox.

Unos escoltas, por cierto, cuyas dietas se han disparado a cuenta de quien paga unas vacaciones privadas en el extranjero, ya que no cuesta lo mismo esquiar en tierra patria que en una estación suiza cuyo nombre la mayoría de los españoles no sabemos pronunciar.

Ha sido necesario trasladar a diez escoltas hasta la Saboya francesa para que Don Felipe se lance por la pista y Letizia patine con sus niñas. Un equipo de seguridad cuyas dietas fuera de nuestras fronteras asciende a 150 euros diarios y comenzamos a multiplicar...10.500 euros la broma suiza, solo en dietas, pero esto no ha hecho más que empezar.

Cojan calculadora, si es que a estas alturas de texto no les ha dado un parraque. Diez viajes a Ginebra, repartidos en coche y avión, donde el capitán de la Guardia Civil viaja en bussines junto al matrimonio y las herederas, el resto de los que vuelan lo hacen en turista. Cinco habitaciones, una por cada dos escoltas, en un hotel cinco estrellas de gran lujo. Una de las habitaciones en el mismo lugar en el que pernoctan los príncipes y las otras cuatro en otro establecimiento cercano. (Claro que lo más cercano del lujo allí es lujo, no se vayan a imaginar un hostal).

Si a estas alturas la cosa se ha disparado a más de 20 mil euros solo en lo que a seguridad se refiere, imagínense si a Don Felipe y a Doña Letizia no les han invitado, como aseguran los que defienden esta escapada primaveral.

¡Si al menos de todo aquello hubiésemos podido disfrutar de alguna foto gracias a la turista avezada que cogió el móvil!, pero no, no ha sido así. La señora ricachona pasaba de Letizia y desconocía que a la princesa le atormentasen los fantasmas.

Letizia ha vuelto a ver fantasmas y los que contemplamos perplejos las vacaciones, a cuerpo de rey, que se han marcado ella y su noble parentela, también. A pesar del paraíso lejano que la doña ha elegido para salvaguardar la imagen de unas herederas a las que saca de paseo público dos veces al año, y de encontrarse en un lugar donde las señoras ricachonas pasan de cuentos y princesas ella, que siempre anda con la mosca tras la oreja, se sintió observada y montó en cólera.

Guardia Civil Suiza