Desmontando a Pilar Rubio

Me lo dijo una vez Rosa de España mientras esperábamos en la cola de un McDonalds: “Nacho, la vida e mu’ crué”. Y qué razón tenía la puñetera...

Cada paso, una escalera; cada día, un disgusto.

Ahora resulta que Pilar Rubio no existe. No al menos la Pilar que ustedes conocen; ese pibón de Torrejón que pone en jaque a los famosos con sus incisivas preguntas como reportera de Sé lo que hicisteis... (laSexta). De todos modos, era algo imposible, una quimera... Demasiado avispada habría tenido que estar la chica en el reparto -y nosotros demasiado torpes- para habérselo llevado todo.

Pero va a ser que no.

A Pilarcita se la han metido doblada y bien doblada los de Está pasando (Telecinco). 'V de vendetta': si los pupilos de Emilio Aragón llevaban media vida arremetiendo contra los de Vasile por hacer telebasuring (le dijo la sartén al cazo), los de Telecinco se han tomado la revancha dejando en evidencia a Pilar en un sarao de cutrifamosillos. ¿Cómo? Vean el vídeo porque no tiene desperdicio.

Queda demostrado, pues, que la Rubio tiene menos capacidad de improvisación que los altos mandos del ejército. Pasará esta chica a engrosar a partir de ahora la inmensa lista de los grandes fraudes de la historia junto con los pechos siliconados de Pamela Anderson, la supuesta virilidad de Tom Cruise, el favoritismo de la selección española en las grandes competiciones, el directo cantarín de Enrique Iglesias o la virginidad coital de Britney Spears.

De todos modos, el problema aquí no es que la televisión nos engañe de forma permanente. Sobreviviremos. Reporteros con escolta los hay hasta en las mejores familias. Tampoco que Está pasando reciba críticas desde otros espacios televisivos, porque en realidad es un programa realmente lamentable. Ni siquiera que Sé lo que hicisteis... haga pupa a la gente del medio, porque hay que reconocer que lo hacen con mucha gracia y porque, además, perro siempre ha comido perro. No nos vamos a escandalizar ahora por eso.

El verdadero problema es que una chica con cinco años de carrera y la avidez necesaria para saber lo que hay que preguntar en cada momento se limite a chivar las preguntas a otra tía mucho más guay, porque ésta última tiene un par de razones de la talla 100 que dan muy bien en pantalla.

Qué quieren que les diga... Yo es que me acabo de caer del guindo, donde se vivía la mar de a gusto.