Campanarios de Belén

“Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año”. Pobre Dickens. Si levantara la cabeza… Dickens creía que la Navidad podía cambiar incluso a los seres más huraños, como Ebenezer Scrooge, aquel viejo avaro que protagonizaba Cuento de Navidad (A Christmas Carol). Y se ve que la ‘paranoia Dickens’, su filosofía naif de mediados del XIX, ha calado en los actuales gestores de Telecinco, ya saben, esa ilustre cadena del espectro en la que parece que es Navidad durante todo el año.

 

En un intento de perpetuar el cándido legado del afamado escritor inglés y en la senda de su indudable compromiso con la Cultura, Telecinco ha decidido que la huraña Belén Esteban interprete el papel protagonista en el particular cuento de navidad que va a representar la cadena este fin de curso. Ella será la encargada de dar las campanadas. Y su rostro de azucena ojerosa será lo último que nosotros veamos antes de finalizar el año. Un sensacional colofón para un año que también lo ha sido. Crisis, paro, corrupción... Belén Esteban. Hay que reconocer que la secuencia es de un lógica aplastante. Siempre vamos a peor.

Una Nochevieja con la Esteban. ¿Se imaginan el cuadro? Una mujer que se pelea a diario con el idioma –y sale perdiendo- intentando explicar el funcionamiento del reloj de la Puerta del Sol. No les extrañe si este año suenan las uvas y nos comemos las campanas.

Como la Navidad es un periodo de esperanza, eso sí, todavía hemos de esperar que se obre el milagro. “Aún se deben cerrar unos flecos de la negociación con Belén”, dicen en Telecinco, lo que se traduce al inglés de San Blas como Show me the money ahora mismo, me entiendes! Yo, en particular, la entiendo con muchísima dificultad. Su histrionismo gesticulante es para mí un idioma desconocido, tanto o más que el frisón. Creo que sólo he visto ese tipo de mímica en un afterhour, que son esos bares que abren hasta las tantas y a los que a acude lo mejor de cada casa.

Tampoco entiendo muy bien el andaluz cuando lo habla María José Campanario, que en realidad es de Castellón, donde andaluz, lo que se dice andaluz, no se habla. Pero el álter ego de Belén Esteban es así de chachi. No sé si vieron el reportaje emitido este lunes por Antena 3: 36 horas en Ambiciones. Que me presente por favor a los reporteros que han logrado semejante proeza. Si han sobrevivido, claro. 36 horas con Jesulín de Ubrique... ¿Quién quiere ahora estudiar periodismo?

Le lavaron la cara, el culo y la imagen en general a Jesulín en Antena 3 para contrarrestar los efectos perniciosos que tiene la verborrea de la Esteban, la cual dispone de tres horas diarias en Telecinco para maldecir a su ex. Ella es la musa de la cadena de Vasile, su Anne Igartiburu particular. Ahora ‘La Campa’ –sobrenombre andalú por el que se conoce a la esposa de Jezulín- pretende serlo de Antena 3, por lo que no les extrañe que en breve nos anuncien su fichaje para dar las campanadas en la cadena de Planeta.

Estarán conmigo de acuerdo en que esta Nochevieja podría ser mítica. De confirmarse lo de Campanario y Esteban yo en particular no sabría ni que cadena ver ese día. Ni a qué hora exacta suicidarme. Si antes o después de las uvas.