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Nolan reinventa el espionaje empresarial: manipular los sueños de los altos ejecutivos
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Nacho Gay

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Nolan reinventa el espionaje empresarial: manipular los sueños de los altos ejecutivos

Cobb es un alto ejecutivo que trabaja ilegalmente zambulléndose en los sueños de sus enemigos para robar información. Para ello utiliza un dispositivo portátil que se

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Nolan reinventa el espionaje empresarial: manipular los sueños de los altos ejecutivos

Cobb es un alto ejecutivo que trabaja ilegalmente zambulléndose en los sueños de sus enemigos para robar información. Para ello utiliza un dispositivo portátil que se basa en la inyección intravenosa de una sustancia en el sujeto en cuestión. El espionaje empresarial elevado a la máxima expresión gracias a la ciencia ficción. Eso es Incepcion (Origen), la última paranoia del afamado director Chistopher Nolan, responsable de cuatro de las veinticinco películas de la última década más valoradas por los espectadores estadounidenses: Memento, Batman Begins, El truco final y El caballero oscuro.

A pesar de su popularidad, Nolan es un director excéntrico. Sus filmes están aderezados con una poderosa carga filosófica y son estructuralmente complejos, sobre todo Memento, cuyo argumento se desarrolla cronológicamente al revés. El problema es que Incepcion, que según las primeras críticas tiene una complejidad similar a aquella, ha costado entre 160 y 200 millones de dólares, por lo que empiezan a surgir las dudas de si dicha película  podrá recuperar en taquilla el dinero invertido.

Las dudas las ha sembrado, fundamentalmente, uno de los críticos más populares de EEUU, Peter Travers, que trabaja habitualmente en las páginas de la revista Rolling Stone. Travers calificó a Incepcion como “una gran película”, pero advirtió: “Es posible que los espectadores tengan que verla un par de veces para entenderla” (…) “Por supuesto, confiar en la inteligencia de la audiencia puede costarle caro en la taquilla a Christopher. Estamos tan acostumbrados a ser tratados como idiotas…”

 

 

 

 

 

 

 

De retorno a la estética Matrix

La última paranoia de Nolan resulta complicada, no sólo por el argumento, sino por la propuesta visual. Inception está ambientada en decorados contemporáneos de ciencia ficción inspirados en la arquitectura de la mente humana y muchos ya la comparan con Matrix. Su sugerente planteamiento escénico, ya de por sí arriesgado, complica aún más la trama de la cinta. Cobb (Leonardo DiCaprio) se convertirá en un fugitivo internacional por extraer invaluables secretos de los sueños de altos cargos ejecutivos. Es una especie de robo metafísico. El sueño húmedo de todo empresario con competidores.

Para salvar el pellejo, Cobb se verá obligado entonces a cambiar su modo de trabajo: su tarea no será robar una idea, sino implantarla. La mente se convertirá así en la escena de un crimen ¿perfecto? Si El caballero oscuro no dejaba espacio a la relajación narrativa, Incepcion promete ser un thriller de, al menos, la misma intensidad.

La película se estrena en EEUU el 16 de julio. Y en España el 8 de agosto. El director y los intérpretes (DiCaprio, Marion Cotillard, Michael Caine, Ellen Page) son su principal atractivo para convertirse en el blockbuster del verano, si su arriesgada propuesta no provoca un boca a boca que acabe devastando sus aspiraciones. Nolan espera repetir con esta cinta el éxito sin precedentes de El caballero oscuro, mientras prepara la tercera parte de Batman y supervisa el retorno a la gran pantalla de Superman, proyecto que en principio no dirigirá.

Cobb es un alto ejecutivo que trabaja ilegalmente zambulléndose en los sueños de sus enemigos para robar información. Para ello utiliza un dispositivo portátil que se basa en la inyección intravenosa de una sustancia en el sujeto en cuestión. El espionaje empresarial elevado a la máxima expresión gracias a la ciencia ficción. Eso es Incepcion (Origen), la última paranoia del afamado director Chistopher Nolan, responsable de cuatro de las veinticinco películas de la última década más valoradas por los espectadores estadounidenses: Memento, Batman Begins, El truco final y El caballero oscuro.