The Walking Dead vuelve más fuerte y con ganas de ser más sangrienta que nunca

La espera ha sido larga -casi un año- pero ha merecido la pena. The Walking Dead volvió anoche a nuestras pantallas de la mano de FOX, tan solo un día después de su estreno en EEUU, demostrando que su segunda temporada será mucho más sangrienta, visceral, salvaje, dramática e incluso espiritual que nunca, como así había adelantado el creador del cómic y productor de la serie, Robert Kirkman. 

Fueron sesenta minutos intensos, llenos de suspense, y en los que por fin los productores se han quitado los complejos de adaptar algo tan óscuro y macabro a la televisión y se han acercado un poco más al espíritu -que no historia- original de los cómic, aunque lógicamente no llegando a la crudeza de la obra gráfica. Eso es imposible. Esto es televisión y se nota. Hay ciertas escenas que no tienen cabida.

Sin embargo, ese alejamiento de la historia original para estirar el triángulo amoroso entre Rick, Lori y Shane, que en este primer episodio ya demuestra que dará mucho que hablar, ha sido perfectamente recompensado con unas muertes más macabras y, sobre todo, con la recreación de una excelente atmósfera de suspense.

Algo que consiguen gracias a la nueva trama que lleva a los supervivientes a abandonar la ciudad para adentrarse en el campo, un lugar perfecto para crear esa atmósfera y que se convierte en escenario necesario para hacer olvidar al espectador las persecuciones de la gran ciudad. Ahora los zombies caminan a sus anchas y es difícil encontrar un escondite para no ser devorados.

No obstante, a pesar de este guiño a los fans de la obra gráfica, los productores de la ficción son conscientes de que en televisión hacen falta buenas dosis de dramatismo para mantener el interés de cierto tipo de espectadores, y no han querido dejar pasar la oportunidad de aprovechar este escenario apocalíptico para poner a los personajes al límite. Las relaciones entre los supervivientes se tensan y no digamos ya entre los protagonistas. 

Y de momento parece que la cosa funciona ya que los espectadores han decidido apoyar la vuelta de la serie haciendo que bata todos los récords en EEUU, en cuanto a las cadenas de cable se refiere, con una audiencia de 7,3 millones de espectadores. En España, aunque todavía no se conoce su audiencia, la serie ha conseguido convertirse en tema del momento en Twitter a pesar de ser emitida a través de una cadena de pago.