Cinco regalos-destino para el Día del Padre

Como decía Freud, no hay nada tan importante para un niño como la protección de un padre. Aquel al que admirábamos como a un héroe y nos paseaba sobre sus hombros cuando nosotros ya no podíamos seguir adelante. El que nos regalaba su tiempo para jugar siempre que llegaba a casa, y nos acostaba con historias fantásticas que nos hacían soñar. Ese a quien tratábamos de imitar y parecernos. El que nos protegía con sus abrazos. El que nos ayudó a resolver aquellos problemas que nos parecían un mundo y nos ofrecía su mano, enorme, haciéndonos sentir más seguros. Sí, se merece un homenaje. El mejor regalo: un libro, una botella de vino, visitar un museo, esa prenda a la que le tenía echada el ojo, una buena cena o asistir a un espectáculo deportivo, pero en algunos de los siguientes destinos.