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Business Class
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Boston, la magia del otoño
Recias verjas de hierro negro que protegen pequeños jardines cuidados hasta el último detalle dan acceso a calles empedradas de adoquines y árboles alineados, encendidos por
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Recias verjas de hierro negro que protegen pequeños jardines cuidados hasta el último detalle dan acceso a calles empedradas de adoquines y árboles alineados, encendidos por el otoño en dorados, burdeos y rojos anaranjados. Antiguas farolas de gas, ancladas delante de fachadas de ladrillo rojo siguen alumbrando las noches de una ciudad que respira historia, y que reúne a lo largo de la orilla sur del río Charles: progreso y tradición; conocimiento y deporte y una vanguardia rompedora, fruto de una historia revolucionaria. Boston acumula la clase y elegancia de la vieja Inglaterra pero también respira la juventud que toma prestada de la excelencia académica que se imparte en las dos mejores universidades del mundo: Harvard y el MIT, al otro lado del río.
Recias verjas de hierro negro que protegen pequeños jardines cuidados hasta el último detalle dan acceso a calles empedradas de adoquines y árboles alineados, encendidos por el otoño en dorados, burdeos y rojos anaranjados. Antiguas farolas de gas, ancladas delante de fachadas de ladrillo rojo siguen alumbrando las noches de una ciudad que respira historia, y que reúne a lo largo de la orilla sur del río Charles: progreso y tradición; conocimiento y deporte y una vanguardia rompedora, fruto de una historia revolucionaria. Boston acumula la clase y elegancia de la vieja Inglaterra pero también respira la juventud que toma prestada de la excelencia académica que se imparte en las dos mejores universidades del mundo: Harvard y el MIT, al otro lado del río.