Módena, la cuna de la gastronomía italiana

En la época en que todos los caminos llevaban a Roma, Via Aemiliacruzaba el Valle del Pomarcando el destino de la ciudad de Módena. Capaz de regalar al mundo la belleza del instrumento musical más perfecto, la voz del irrepetible e inconmensurable Pavarotti,es también tenaz, perfeccionista y brillanteal legar al mundo el lujo de la maquinaria más soñada por todos, la creada por Enzo Ferrari, la elegancia de Maserati o la más deportiva de Lamborghini.

Una ciudad cargada de estilo y elegancia, el pariente rico de provincias que supo transformar su pasado local en una ciudad florecientee industrial, pero de costumbres,vida tranquila y buenos alimentos. Una ciudad con clase, sin pretensiones, con estilo propio. Fuente de saber, mantiene una de las universidades más antiguas de Europa. Su arquitectura es sofisticada y cálida, del color de la terracota. Una colección de calles profundas, cubiertas y protegidas con arcadas que esconden rincones umbríos y algo desconchados, desembocan en la Piazza Grande. Un espacio amplio, diáfano y abierto, concebido para admirar la Ghirlandina, la edificación más alta y sobresaliente de la ciudad, que se alza por encima del resto de tejados, dominando la vista sobre el valle y los Apeninos. La catedral es uno de los ejemplos más sobresalientes del románico en Europa. El palacio Ducal, residencia de la familia que gobernó la región durante dos centurias, es sede de la academia militar más antigua del mundo.

La ciudad vive entre los cafés y los bares, las terrazas y los restaurantes entre Via Taglio, Via Gallucci y Piazza de lla Pomposa.El primer sábado de cada messe despliega un interesante mercado de antigüedades y productos artesanos. Las mejores tiendas y boutiques independientes en Corso Canalchiaro. En Alberti, cosas de casa con estilo.

Pavarotti cayó rendido ante la magia de la gastronomía local. La delicadeza y el mimo con el que destilan la suave y aterciopelada crema del oscuro objeto del deseo líquido: el sublime vinagre de Módenanada tiene que ver con lo que probamos aquí. Un buen vinagre localfermenta en barril hasta 12 años y sobrepasa fácilmente los 100€ por botella. Para comprar el mejor aceite de Módena, en Acetaria Pedroni. Desde el siglo XVIISalumeria Giusti, una tienda gourmet con mucho encanto, guarda todo el sabor de las especialidades locales, servidas en sus cuatro mesas: Tortellini, Lambrusco, vinagre balsámico, prosciutto, mortadela y queso parmesano. La sugerente atmósfera del Mercado de Albinella, la variedad y colorido de los productos regionales, el calor y amabilidad de su gente...

Para un almuerzo rápido, en Schiavoni, junto al mercado, buenísimos paninis rellenos de atún ahumado, calabacín, rucola y cebolla roja. Algo más pausado, en Osteria Stallo del Pomodoro, un antiguo establo. Exquisitos tortellini rellenos de queso de Trentino acompañado de espárragos y semillas de girasol. Tienen un agradable patio donde disfrutar de un buen lambrusco frío. En la pequeña pero popular Ostería Ermes, prueba los deliciosos tortellini rellenos de capón o en ragú.

Dónde cenar: La Ostería Francescana de Massimo Bottura, el mejor restaurante de Italia en los últimos años. Queso Parmigiano Regiano de 5 años en diferentes texturas y temperaturas: Quesos de 24 a 40 meses de curación, en crema, espuma, un mousse, un helado y una especie de galleta; servidos caliente, frío y a temperatura ambiente. Un plato sublime. Aquellos que no puedan permitirse su menú de 120€han abierto la Brasserie Franceschetta, donde cada plato cuesta 8€.

Para dormir: Residencia Masone, una antigua mansión reconvertida en cómodos estudios, en el centro de la ciudad.