Roaching, cuando la relación no va a ninguna parte y eres la última persona en enterarte

El vocabulario está empeñado en crear cada semana un nuevo término con el que explicar a tus amigas que ese chico que tanto te gustaba pasa de tus gloriosas posaderas. Gracias a las dating apps como Tinder, contamos cada día con un diccionario más extenso con el que explicar paso por paso cómo esa relación que creías iría a algún lado ha resultado ser un fail mayúsculo. Al menos tenías razón en algo: tu relación iba a algún lado… Sí: directa a la nada.

El último término en ayudarnos a definir cuándo alguien pasa completamente de nosotras es el roaching. Pongámonos en situación: tras quedar diversas veces con un hombre, comienzas a hacerte ilusiones. Todo parece ir a las mil maravillas y comentas a tus amigas que las cosas van demasiado bien. De nuevo, este Grinch amoroso se ve forzado a decirte que tenías toda la razón del mundo: las cosas parecían ir demasiado bien porque, en realidad, no iban. O peor: iban fatal. De repente, un día cualquiera, el hombre en cuestión te comenta que está viendo a otra(s) mujer(es). Boom. En toda la cara. Zasca. Ciao. O te enteras de que lo está haciendo por una foto de su Instagram, un comentario o porque te lo encuentras por la calle con ella. Lo sé: una escena dantesca.

Me duele pensar que en 2017 todavía sea necesario tener la maldita conversación QS ("Qué somos"), porque me hace pensar que lo que somos es idiotas

Aunque intentas disimular tu estupefacción, el hombre en cuestión quizás te suelte un “Nunca dijimos que lo nuestro fuera algo serio” o “Pensaba que tú también estabas viendo a otros”. Porque muchos se amparan en que nunca tuvisteis la famosa 'charla' y ese silencio les sirve de trampolín para hacer lo que les viene en gana. Por supuesto, no pasa nada si la relación era realmente casual y si simplemente quedabais de vez en cuando sin atisbos románticos. Pero cuando se suceden las cenas románticas y los cariñitos es humano creer que estás empezando una relación con alguien. Me duele pensar que en el 2017 todavía sea necesario tener la maldita conversación QS (“Qué Somos”), porque me hace pensar que lo que somos es idiotas.

Pero el que ahora exista un término que explique esta situación demuestra cuán necesario es hablar para evitar hacernos ilusiones. Peores son los casos en los que te encuentras con innumerables excusas para quedar y terminas por descubrir que no podían quedar contigo porque habían quedado con otras, porque dado el caso, no estamos hablando de ocultar, sino de engañar. Si realmente creía que teníais una relación casual o un simple rollo, ¿por qué demonios no te dijo claramente que el viernes no podía verte porque había quedado con otra?

Cada día son más los hombres que se apegan al término poliamoroso, cuando lo que realmente quieren es estar con varias mujeres a la vez sin dar explicaciones, y el poliamor viene a ser lo contrario, pues se basa en el respeto, la comunicación y en amar a cada una de las parejas. No se trata de libertinaje.

Pero ¿por qué digo que el término roaching te da la razón cuando aseguras haber estado saliendo con una cucaracha? Porque roach proviene de cockroach, que en inglés significa cucaracha, y viene a decir que cuando hay una cucaracha en casa, sabes que hay más detrás. Y esta decepción amorosa, tan común y antigua como las demás, indica que tu supuesta pareja está viendo a otras mujeres.

'Antimanual de autodestrucción amorosa' (ed. Aguilar) es el primer libro que publica la periodista Marita Alonso, quien se ha convertido en nuestra consultora semanal en cosas de amor, desamor, sexo y otras dichas y desdichas. Plantéale tus preguntas e intentará darles respuesta.