En la cama con Marita
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Resulta que hablar como Kim Kardashian es sexy: analizamos esta tendencia
Lo que nos faltaba, queridas lectoras: ahora también quieren que hablemos de una forma determinada
La culpa siempre es de Kim Kardashian. A quién trato de engañar: he dicho esta frase en tono jocoso, porque yo vivo obsesionada con ella, pero resulta que muchos le achacan la tendencia de hablar usando el ‘vocal fry’, una práctica no exenta de polémica. Pero quizás te estés preguntando qué demonios es eso del 'vocal fry'. Yo también lo hice, y aunque comprobé que se trata del registro más grave de la voz, así como de una técnica vocal, no comprendí exactamente lo que era hasta que me dijeron que pensara en la voz de Britney Spears en ‘Baby One More Time’. Ah: ESA voz. Ahora sí.
Es también la voz que te sale cuando estás enferma y te cuesta muchísimo hablar. Yo no tenía ni idea de que esto es sexy, pero resulta que en América se está poniendo de moda hablar de esta forma constantemente. Lo sorprendente es que los raperos también hablan de así, por lo que cuando intentas poner esa voz, puedes ser Kim Kardashian o Kanye West. ¡Pero qué jaleo! En 1964, el ‘vocal fry’ era empleado por los británicos pudientes para alardear de su clase social, y aunque cantantes como Britney Spears, estrellas como Kim Kardashian o actrices como Zooey Deschanel son algunas de las que hablan de esta forma y por tanto llevan años haciendo alarde de ello en los medios, esta tendencia ha desatado la polémica.
Muchos dicen que se trata de masculinizar la voz y de una nueva manera de imponer a las mujeres una forma de actuar y, en concreto, de hablar. Otros dicen que se utiliza el ‘vocal fry’ para sonar más autoritario, pues sugiere fuerza y autoridad. El problema es que cuando en 2011 un artículo de la revista 'Science' analizó esta forma de hablar, de repente, como suele ocurrir, la gente se centró en cómo y por qué lo utilizan las mujeres, cuando lo cierto es que tanto hombres como mujeres llevan hablando así toda la vida. De hecho, la gente se obsesionó tanto con analizar y criticar esta práctica que algunas cadenas de radio comenzaron a recibir un sinfín de cartas de oyentes metiéndose con las locutoras que hablaban de esta forma. El podcast ‘99% Invisible’ se vio forzado a escribir un comunicado al respecto. “Sorprendentemente, no tenemos una carpeta llena de quejas acerca de cómo los locutores masculinos hablan con ‘vocal fry’, porque jamás hemos recibido una sola. ¿No os resulta extraño? A nosotros, sí”.
De nuevo, el ‘vocal fry’ se asociaba y se criticaba únicamente cuando había mujeres de por medio, por lo que se volvía a ahondar en los roles de género. Ann Heppermann, productor de ‘Culture Gabfest’, creó un mash-up compuesto por voces masculinas que emplean el ‘vocal fry’ para demostrar que los hombres también lo utilizan y que, sin embargo, nadie se queja de que lo hagan.
Al margen de esta polémica, lo que hoy nos ocupa es que, de repente, hablar como una Kardashian es sexy y por si fuera poco, indica que eres un poquito... pija. De buena familia. Esa voz íntima es de repente atractiva, y lo cierto es que en los realities americanos son muchas las mujeres que hablan de esta forma. Lo que me preocupa es que las mujeres tengamos ahora que cambiar nuestra forma de hablar, bien sea para sonar sexy o porque en el caso de que forme parte de nuestra forma de hablar, ello supone una nueva traba laboral. ¡Como si no tuviéramos ya bastantes! ¿Llevas escote? ¡Traba! ¿Te has pintado los labios de rojo? ¡Traba! ¿Eres madre? ¡Traba! ¿Hablas de una forma concreta? ¡Traba! Como lo oyes: hay muchas mujeres que se enfrentan a esta crítica en el trabajo. Únicamente se evalúa de forma negativa cuando es una mujer la que lo usa y la razón es que sus compañeros creen que no suena “como una mujer debería sonar”. Lo anoto, señoría, lo anoto… Y lo tacho.
Como señala Naomi Wolf, cuando una generación logra liberarse de una ideología opresora, emerge una nueva forma de presión cultural para dominar a las mujeres. Y la actual, queridas lectoras, resulta que es decirnos cómo hemos de hablar. Resulta que tenemos que utilizar el ‘vocal fry’ para sonar sexis, pero a la vez en la oficina hablar de esta forma va a ir en nuestra contra. Vuelve a ser el caso de “una mujer en la calle, una puta en la cama”, porque quieren que nos comportemos de forma diferente en la intimidad que en la vida pública.
¿Mi veredicto? Hablemos bien alto, sea cual sea nuestra ideología, nuestra voz y nuestra forma de hablar, y no sometamos nuestra voz ni nuestro discurso a más mecanismos opresores. Mujeres del mundo, ¡hablad!
'Antimanual de autodestrucción amorosa' (ed. Aguilar) es el primer libro que publica la periodista Marita Alonso, quien se ha convertido en nuestra consultora semanal en cosas de amor, desamor, sexo y otras dichas y desdichas. Plantéale tus preguntas e intentará darles respuesta.
La culpa siempre es de Kim Kardashian. A quién trato de engañar: he dicho esta frase en tono jocoso, porque yo vivo obsesionada con ella, pero resulta que muchos le achacan la tendencia de hablar usando el ‘vocal fry’, una práctica no exenta de polémica. Pero quizás te estés preguntando qué demonios es eso del 'vocal fry'. Yo también lo hice, y aunque comprobé que se trata del registro más grave de la voz, así como de una técnica vocal, no comprendí exactamente lo que era hasta que me dijeron que pensara en la voz de Britney Spears en ‘Baby One More Time’. Ah: ESA voz. Ahora sí.