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El Oscar a la 'mejor alfombra roja' es para... ¿los Goya?
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Laura S. Lara

Escuela de Glamour

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Laura S. Lara

El Oscar a la 'mejor alfombra roja' es para... ¿los Goya?

Pocas celebrities, poca alta costura, poca variedad y, en definitiva, poco glamour. Así puede resumirse la alfombra roja de la gala de los Oscar 2011, que la pasada

Foto: El Oscar a la 'mejor alfombra roja' es para... ¿los Goya?
El Oscar a la 'mejor alfombra roja' es para... ¿los Goya?

Pocas celebrities, poca alta costura, poca variedad y, en definitiva, poco glamour. Así puede resumirse la alfombra roja de la gala de los Oscar 2011, que la pasada madrugada mantuvo en vela a multitud de fashionistas. A pesar de no haber contado con la presencia de actrices tan estilosas como Charlize Theron, Angelina Jolie o Diane Kruger, la pasarela de moda en la que cada año se convierte la entrada del Teatro Kodak de Los Angeles, ha vuelto a generar la expectación esperada. Pero en esta ocasión, el sofisticado estilo que derrocharon nuestras actrices en la cita con el cine español de hace apenas unas semanas, ha superado (o al menos igualado) al de las estrellas de Hollywood.

Quizás afirmar que algunos de los vestidos elegidos para la ocasión parecían de outlet sea exagerar un poco, pero lo cierto es que el glamour brilló por su ausencia en una de las noches más esperadas del año no solo para los cinéfilos de todo el mundo, sino también para los amantes de la moda. Enfundadas en las últimas creaciones de las firmas más relevantes del momento, las actrices de Hollywood se propusieron una vez más dar clases de estilo y sentar las bases de la próxima temporada, pero, en esta ocasión, no consiguieron tanto.

La nota dominante de la 83 edición de los Oscar, tanto en estilismos como en peinados y maquillajes, fue apostar por looks frescos y naturales. Es decir: tratar de no poner años de más a las jóvenes, y quitar unos cuantos a las maduras. Esta tendencia tan favorecedora se compenetró a la perfección con las reminiscencias vintage y se vio reflejada en las elecciones más notables de la gala. Reese Witherspoon deslumbró ante las cámaras con un sencillo vestido de Armani Privé, que recordaba al espectacular modelo de Lorenzo Caprile elegido por Silvia Abascal para la pasada gala de los Goya, celebrada por todo lo alto en el Teatro Real de Madrid. Witherspoon optó también por un traje largo en blanco y negro, con escote palabra de honor, aunque sin brillos y sin cola, que estilizaba su figura. Al igual que sucediera con la española, Reese se convirtió en una de las musas de estilo de la noche.

La siguió de cerca la actriz Hilary Swank, quien haciendo honor a su apellido y también a una de las películas favoritas de los premios -Swank suena a swan, cisne en inglés; la película, Cisne negro- lució uno de los diseños más aplaudidos por los asistentes al acto (y por mí, desde el sofá): un vestido de Gucci gris plateado, con cuerpo de Swarovski y falda de plumas. Por su parte, también se lució la siempre (o casi siempre) perfecta Halle Berry, esta vez de Marchesa, cuya preferencia por el nude también la compartieron actrices como Mandy Moore, Hailee Steinfeld o Michelle Williams, aunque con resultados desiguales.

La esperada aparición de Penélope Cruz (demasiado escotada por no decir vulgar, teniendo en cuenta su busto de ‘nueva mamá’), se vio eclipsada por otras actrices como Sandra Bullock o Anne Hathaway, que como ella exploraron una vez más el ya sobreexplotado rojo, color protagonista de la ceremonia a pesar de resultar monocromático sombre la alfombra, con mayor acierto que la de Alcobendas. Hathaway, presentadora de la gala, eligió un vestido perteneciente a la colección de 2002 de Valentino. ¿Estaría de saldo?

Al plata, el otro tono triunfador de la noche, se sumaron una elegante Celine Dion y una futurista Gwyneth Paltrow. El azul noche de Amy Adams dio paso al infalible negro, con una impresionante Sharon Stone a la cabeza, no sin antes pasar por una amplia gama de morados, como los vestidos de Scarlett Johansson, de encaje floral, y Natalie Portman, mucho más favorecida (y mejor peinada y maquillada) que la anterior, con su ‘barriguita’ premamá. Su compañera de reparto en Cisne negro, Mila Kunis, optó por el malva y lució con elegancia un vestido vintage de Eliee Saab de lo más trendy. De un color semejante también fue el Givenchy de Cate Blanchett, tan original que causó impresiones contradictorias a su paso por la alfombra roja. Ni qué decir tiene que la actriz supo lucirlo gracias a su innegable elegancia.

Un apunte para finalizar: con vestidos tan largos los pies no se lucen demasiado, es cierto, pero siempre conviene preocuparse por elegir un calzado adecuado, ya que un descuido puede echar a perder el modelito. Algo así le ha pasado esta vez a Natalie Portman, a la cual le fallaban las sandalias, demasiado abiertas para unos pies poco atractivos. El caso de Nicole Kidman es más 'grave'. Su Dior asimétrico en color perla no terminó de convencer a nadie, y menos con esos ilógicos peep-toes naranjas en los pies. Algo está pasando en Hollywood… Este año, mejor quedarse aquí.

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Pocas celebrities, poca alta costura, poca variedad y, en definitiva, poco glamour. Así puede resumirse la alfombra roja de la gala de los Oscar 2011, que la pasada madrugada mantuvo en vela a multitud de fashionistas. A pesar de no haber contado con la presencia de actrices tan estilosas como Charlize Theron, Angelina Jolie o Diane Kruger, la pasarela de moda en la que cada año se convierte la entrada del Teatro Kodak de Los Angeles, ha vuelto a generar la expectación esperada. Pero en esta ocasión, el sofisticado estilo que derrocharon nuestras actrices en la cita con el cine español de hace apenas unas semanas, ha superado (o al menos igualado) al de las estrellas de Hollywood.