The Artist desata la locura de los 'felices años 20'

El mensaje estaba claro desde las nominaciones, pero la moda se volvió a adelantar. Si el mundo de las tendencias vio hace tiempo que lo vintage podía llegar a ser vanguardista, el cine, sin embargo, ha tardado hasta esta edición de los Oscar para hacerlo oficial. The Artist, una película muda y en blanco y negro, ambientada en los ‘felices años 20’, fue la gran triunfadora de la gala del domingo, y lo consiguió llevándose cinco de las codiciadas estatuillas: a la mejor película, director, actor principal, banda sonora, y también al diseño de vestuario.

El responsable de tan maravillo trabajo de creación de estilismos es Mark Bridges, quien puso de manifiesto su personal homenaje al glamour de los años veinte con su savoir faire para esta cinta, y ha marcado las bases de una tendencia que ha vuelto a tener presencia en el mundo de la moda. No en vano, la colección de primavera-verano de Gucci presenta varios modelos de noche ambientados en el estilo flapper en dorado y negro. Estolas de piel, vestidos al bies, casquetes y redecillas para el pelo, cuellos ‘peter pan’ y maravillosos vestidos con flecos y lentejuelas. Consciente de esta tendencia, Berenice Bejo, protagonista de The Artist, brilló con luz propia sobre la alfombra roja con un Elie Saab de inspiración vintage en verde menta, muy acorde con su película.

En vivo y a todo color

Gracias a una exposición llevada a cabo por el museo FIDM de Los Angeles, durante los próximos meses se podrá apreciar el arte de la costura de The Artist en ‘tres dimensiones’. El evento coincide con el 20 aniversario de la muestra de diseños que esta organización se encarga de reunir cada año, mostrando los vestidos más destacados de las producciones cinematográficas estadounidenses.

En este caso, la exhibición también presenta los trajes de cintas como Captain America: The First Avenger, The Help, Immortals, J. Edgar, My Week With Marilyn, Super 8, Thor, Alice in Wonderland o War Horse, entre otras. En total, más de 100 prendas pertenecientes a una veintena de películas estrenadas en 2011. Y para completar una puesta en escena sin igual, la exposición presenta también algunos trajes míticos del Hollywood clásico, pertenecientes a la colección privada de FIDM.