Un príncipe para Corina... y un estilista para Luján

Será porque a la radio da igual que vayas en pijama y sin maquillar (nadie te ve), o será porque hasta ahora no era consciente de los milagros que es capaz de hacer la tele... Lo cierto es que Luján Argüelles ha experimentado una evolución de estilo considerable desde que dejó las ondas y puso los pies en la caja tonta.

Por los pasillos de Antena 3 se comentaba ya su espectacular cambio (ver foto del antes y del después), pero fue pisar el suelo de Mediaset y empezar a formar parte del show. Su primer reality lo protagonizó ella misma: "Mira quién parece otra persona". Y después todos los que ya conocemos. La presentadora salió en busca de 'esposas para granjeros', de 'hijos de papá'... y hasta ayudó a una madre a 'casar a su hijo'. Ahora, nuestra celestina televisiva trata de encontrar 'un príncipe para Corina' en un programa que colapsa las redes y que, contra toda norma, muchos presumen de haber visto. Pero aquí no es Luján sino 'Bruján' Argüelles la que corta el bacalao. Un nombre que, al parecer, le va que ni pintado.

El apodo no es más que un guiño del reality para denominar al personaje que interpreta la asturiana, una especie de madrastra de Blancanieves obligada a poner mil y un impedimentos a los pretendientes de Corina. Eso sí, sin el glamour de Julia Roberts, Charlize Theron o Maribel Verdú, las tres últimas malvadas del cuento en la gran pantalla. Su rol justificaría los estilismos imposibles con los que la presentadora aparece cada semana, pero si tenemos en cuenta los desaciertos de Luján fuera de la tele, podría decirse que su 'maldición' sigue vigente.

¿Cómo deshacer el hechizo? Con un beso de amor verdadero, con un lengüetazo a un sapo... o más sencillo, con un buen estilista. Y es que el fondo de armario de la presentadora necesita, urgentemente, el poder de una varita. Fan incondicional de los vestidos excesivamente cortos, las faldas tulipán, las plataformas, los colores y los brillos, sus outfitsparecen cortados, todos, por el mismo patrón (se diría que incluso con la misma tela).

La magia de la televisión existe, ya ven. Y también hay otros trucos como el maquillaje, la peluquería, la ropa bien elegida... o el Photoshop. Pero las 'malas' de la historia deben tener su propio espejito en casa, pues pasadas las 12 de la noche, la carroza (o carrocería) se convierte siempre en calabaza.