La frescura que Eva perdió en la cocina

Quizás muchos ya no recuerden que fue Miss España en 2003, certamen durante el cual también se llevó el premio de Miss Elegancia y Miss Simpatía. El primero, no hay duda de que la conductora de MasterChef lo sigue ostentando. Pero, ¿qué ha pasado con el segundo?

Una miss solo está obligada (por contrato) a mantener el tipazo durante el año que dura su reinado. Quizás suceda lo mismo con los demás títulos... El caso es que Eva González, simpática sevillana donde las haya, se ganó el corazón de los españoles hace diez años con su gracia y su desparpajo ante las cámaras. Prueba de ello fueron las televisiones que se rifaron su salero en todo tipo de programas y concursos, y las firmas que vieron en su belleza una fuente de ingresos. Pero ahora, en el showcooking de TVE, parece haber perdido su característica naturalidad.

La actual presentadora de MasterChef se ha refinado. Y eso no sería malo si no fuera porque por el camino ha perdido tanto acento como frescura. Los mismos que se preguntan por qué pronuncia de una manera tan forzada las eses al final de cada frase son los que tratan de buscar en sus maneras un atisbo de la espontaneidad de antaño. Precisamente de lo mismo que últimamente también escasea su look, que al fin y al cabo es lo que aquí nos compete.

Si bien es cierto que su fondo de armario ha cambiado tan poco en la última década como su aspecto (debe haber hecho una especie de pacto con el diablo... y con su estilista), en la pose de esta televisiva sí se aprecia la evolución de Casillas a Rivera. Me explico. Si con el guardameta se la veía relajada por dentro y por fuera, con el diestro su actitud se acerca más a la que podría tener una figura de cera: siempre perfecta y a prueba de flashazos inoportunos. Claro que cuando ella salía con Iker, este no era aún la estrella mediática que es ahora. Que le pregunten por su intimidad a Carbonero.

Ejemplo de mujer de elegancia española y olé, en su programa de cocina apoya el diseño 'made in Spain'. Ángel Schlesser, Miriam Ocáriz y BDBA son algunas de las firmas preferidas de la presentadora y modelo. Y es que Eva sigue siendo un reclamo fashionista que no conviene dejar pasar. Experta en las pasarelas y acostumbrada a los focos, todo lo que ella viste en televisión podría estar en venta. Incluso su ropa interior, la cual no siempre consigue disimular en el reality culinario.

Como buena 'it girl', por otro lado está su pasión por las redes sociales. Eva González muestra parte de su vida e interactúa con sus fans a través de las mismas. Comparte sus cambios de imagen a través de Instagram y detalla todos sus estilismos televisivos en su bitácora digital. Un poco de naturalidad al fin. Aún hay esperanza.