Begoña Gómez homenajea a Josep Font (Delpozo) en su duelo con Melania (y gana)

Por fin tenemos la esperada foto: la del duelo de estilo de Melania Trump y Begoña Gómez, prometida hace unos días por Moncloa y que esperábamos como agua de mayo desde que la madrugada del domingo arrancase la gira norteamericana de Pedro Sánchez.

Una agenda, la de nuestra primera dama, que supone su estreno en el exterior y cuyo principal reclamo era esta foto, la que la compararía estilísticamente con Melania.

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Una ocasión en la que por fin hemos visto a una Begoña soberbia. En un claro homenaje a su anfitriona (es su diseñador español favorito) y a Josep Font (quien acaba de anunciar su marcha de la firma), la esposa de Pedro Sánchez ha elegido un precioso Delpozo para asistir a la recepción de Trump en Nueva York con motivo de la 73 Asamblea General de la ONU.

Un diseño de lana de corte asimétrico que combina azul marino, granate y azul claro, y que rápidamente se ha convertido en toda una sensación en redes sociales, donde han corrido a compararla con la bandera que tenía al lado. Bromas (y memes) aparte, el vestido, a la venta en la web de la firma en otros colores, sin duda ha eclipsado el look sobrio y neutro de la primera dama estadounidense que, al contrario de otras ocasiones, ha escogido un vestido negro con escote cerrado y corte recto tipo abrigo que combinó con unos salones negros.

En lo único que coincidieron fue en el peinado: ambas escogieron unas ondas suaves que apartaron su cabello ligeramente de la cara y con el que estaban especialmente favorecidas.

Pedro necesita un nuevo estilista

Últimamente, los looks de Pedro Sánchez no terminan de convencernos. Si hace apenas 24 horas nos parecía fundamental que comenzase a utilizar calcetines algo más animados como Trudeau, tras ver el traje de tres piezas que ha llevado durante esta reunión, que, cómo no, ha vuelto a combinar con la falsa corbata morada (es azul y roja) que nunca se quita, hemos llegado a la conclusión de que necesita cambiar de estilista.

El traje de chaqueta con chaleco no solo le da un toque anticuado, sino que además no nos pega con la tela en la que está confeccionado. Quizá un tweed o un Príncipe de Gales habrían sido más apropiados. Por otro lado, la chaqueta debería haber estado abrochada.

Y aquí no queda todo: el traje no está bien ajustado. Si bien la chaqueta parece que le queda un poco pequeña, en el caso del pantalón deberían haberle metido el bajo para que no le hiciese esas arrugas tan llamativas encima de los zapatos. Si está hecho a medida el traje, desde luego lo disimula bien.