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Un reloj de arena que mide el tiempo con gotas de fragancia
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Laura Requejo

Objeto de deseo

Por
Laura Requejo

Un reloj de arena que mide el tiempo con gotas de fragancia

Este curioso ambientador, que funciona gota a gota y expande su fragancia de la manera más sutil posible, evoca esos descubrimientos infantiles capaces de asombrar con un simple mecanismo

Foto: No hay forma más aromática de medir el tiempo que esta
No hay forma más aromática de medir el tiempo que esta

¿Qué es? "Un ambientador que funciona como un reloj de arena, pero en lugar de esperar a que los montoncitos de granos se posen en la parte inferior, lo hace, gota a gota, la fragancia que tiene en su interior. Y mientras cruza el embudo central, el aroma se difunde a toda la habitación de un forma sutil y discreta. Es una creación de la maison Diptyque, una casa de alta perfumería francesa que nació en la Rive Gauche parisina hace ya 54 años y que, desde sus inicios, se ha especializado en fragancias distintas, frescas, originales y con un curioso toque intelectual".

¿Por qué lo deseo? "Porque esta pieza une dos de mis pasiones infantiles. Por una parte, me encanta esa sensación de volver a casa y que, al abrir la puerta, te reciba un olor familiar que evoque todo lo que tu hogar significa para ti. Pero, además, desde que era una niña, tengo una auténtica obsesión con los relojes de arena. No consigo contenerme jamás si me encuentro uno en una tienda o en casa de un amigo: ¡tengo que darle la vuelta para observar embobada cómo su contenido de colores se desliza inexorablemente hacia abajo! Y no porque mi mente elabore una diatriba sobre si nuestras vidas son los ríos que van a parar al mar. En realidad mi cerebro no identifica la arena con el paso del tiempo. La observo como quien no puede dejar de mirar cómo burbujean los peces en un acuario. Sin pensar. Es más bien esa incapacidad de mantener las manos quietas ante un mecanismo que crea maravillas. Me ocurre algo parecido con los caleidoscopios. Me asomo a todos los que me encuentro con la ilusión de hallarme frente a un mundo imposible de colores y formas. Y no me decepcionan casi nunca".

¿Lo tendré algún día? "Me lo he apuntado ya en mi lista de deseos navideños. Cuesta 110 € y se puede conseguir en la espectacular tienda que Diptyque ha abierto en Madrid hace apenas unos meses, en el corazón del barrio de Salamanca (C/ Claudio Coello, 85). Un lugar que está lleno de otros objetos igual de prodigiosos. Pero también lo puedes conseguir en su web".

¿Qué es? "Un ambientador que funciona como un reloj de arena, pero en lugar de esperar a que los montoncitos de granos se posen en la parte inferior, lo hace, gota a gota, la fragancia que tiene en su interior. Y mientras cruza el embudo central, el aroma se difunde a toda la habitación de un forma sutil y discreta. Es una creación de la maison Diptyque, una casa de alta perfumería francesa que nació en la Rive Gauche parisina hace ya 54 años y que, desde sus inicios, se ha especializado en fragancias distintas, frescas, originales y con un curioso toque intelectual".