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Miranda Makaroff: "No quiero ser perfecta ni encajar en ningún estereotipo"
He quedado con Miranda Makaroff en Mercedes Benz Fashion Club para hablar de su colección Miranda for Lydia. Enérgica y divertida, responde a mis preguntas
He quedado con Miranda Makaroff en Mercedes Benz Fashion Club para hablar de su colección Miranda Makaroff for Lydia Delgado, en la que Miranda aporta rebeldía a la elegancia de sello Lydia Delgado. Antes de sentarnos a hablar, un chico con una sudadera de Alexander Wang para H&M le declara su admiración y se hace una foto con ella. La diseñadora, una auténtica inyección de adrenalina y desparpajo, achucha al joven fan. Siento ternura y eso, viniendo de alguien que siente pocas cosas (¿me habrá anulado la moda?), no es poco.
Marita Alonso: Tu madre, Lydia Delgado, aporta el lado sofisticado y elegante a la colección. Tú eres la encargada de la osadía y del atrevimiento. ¿Cuál es el resultado de esta ecuación?
Miranda Makaroff: El resultado final es interesante, porque son piezas de muy buena calidad y de lujo, pero con un toque moderno. Mi objetivo es vender un poco el Opening Ceremony. Queríamos hacer una cosa que creo que no hay casi en el mundo, ropa joven pero elegante, que no pierda la elegancia pero que tenga tejidos técnicos… Espera que me estoy perdiendo, porque estoy tan cansada que me saturo. Quiero hacer ropa moderna, joven y de buena calidad. Algo que se pusiera la hija de unos galeristas, peña con rollo que no va elegante en plan rancia pero que mezcla la modernidad con prendas muy bien confeccionadas.
M.A.: Hablando de cosas rancias, en Mercedes Benz Fashion Week, de la mano de algunos habituales, vemos mucho camel, mucho gris… ¿A ti te aburren estas propuestas?
M.M.: Hay público para todo, pero el mundo es tan gris, tan difícil, con la polución, los coches (imita el sonido de un claxon), que prefiero aportar color con la ropa. Ya que no podemos viajar siempre que queremos, poder viajar con la moda. Si hace frío, en lugar de un abrigo negro, ponte algo de color.
M.M.: Cada uno hace lo que quiere, pero a mí no me divierte ella. Para mí es importante divertirte con lo que haces porque si no, qué rollo levantarte. Me divierte intentar ser rebelde, desenfadada, atrevida… No quiero ser perfecta, no quiero encajar en un estereotipo. Pero si a Olivia le gusta ir así, pues genial, pero yo soy más cuadro.
M.A.: Hablando de cuadros, tu madre ha dicho que alguna vez has llevado looks que le han parecido un auténtico cuadro. ¿Recuerdas alguno?
M.M.: Sí claro, yo me ponía leggings de colorines, llevaba rastas y piercings… De hecho, era un cuadro, ahora lo entiendo. Con la edad cada vez entiendo más lo que mi madre me decía. Es que ella tiene un gusto que es como si tuviera un láser, creo que hila demasiado fino. Tiene tanta sofisticación que yo le digo a veces “madre, no hace falta, de verdad”. Yo no llego a tanto.
M.A.: ¿Le has hecho alguna propuesta para esta colección que le haya horrorizado? ¿Y viceversa?
M.M.: Sí, claro. Le llevo una idea y me dice “¡Esto ya lo he visto! ¡esto no es nuevo!”.
M.A.: Así te empuja a ser más creativa aún, ¿no?
M.M.: Mi madre tiene un don, ve como con tres años de antelación lo que va a suceder. Por eso le comento cosas que veo ahora y que me gustan y me dice que eso ya es viejo.
M.A.: Trabajas con Natalia Ferviú, Gorka Postigo, Alba Galocha… Apuestas por el talento joven.
M.M.: También con Carolina Galiana. Hay gente con mucho talento aquí y tengo el placer de que sean mis amigos, así que poder trabajar con ellos es una pasada. No necesitamos irnos a Nueva York para hacer un grupo guay de trabajo.
M.A.: Porque si pudieras elegir un lug… (Miranda me interrumpe y exclama mientras eleva los brazos).
M.M.: ¡A Los Ángeles! La gente ahí se gasta pasta. La realidad es que a no ser que te vayas a China a explotar a la gente, no puedes hacer ropa que cueste tres euros. La gente no valora el trabajo que lleva hacer ropa.
M.A.: ¿A quiénes te gustaría ver con tus diseños?
M.M.: Chloë Sevingy, Miley Cyrus aunque se le va la pinza, Petra Collins, que es una tía muy top, Tavi Gavinson… Son chicas con profundidad.
M.A.: ¿Qué diseñador joven te encanta?
M.M.: Pepa Salazar, María Ke Fisherman… Chicas que luchan por sacar sus colecciones fuera.
Me voy de la sala como si me hubiera bajado de una montaña rusa. Miranda es pura energía, pero sabe medir sus palabras. Aunque sus gestos y sus expresiones sorprendan, la diseñadora sabe respetar a todo el mundo en cada comentario y consigue un discurso coherente tanto en entrevistas como en sus diseños. Y esto lo dice un ser que comenzó el 2015 siendo atracada y encontrando en Miranda Makaroff a una salvadora, que me encontró en la calle sin bolso ni dinero y me llevó con ella de fiesta.
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He quedado con Miranda Makaroff en Mercedes Benz Fashion Club para hablar de su colección Miranda Makaroff for Lydia Delgado, en la que Miranda aporta rebeldía a la elegancia de sello Lydia Delgado. Antes de sentarnos a hablar, un chico con una sudadera de Alexander Wang para H&M le declara su admiración y se hace una foto con ella. La diseñadora, una auténtica inyección de adrenalina y desparpajo, achucha al joven fan. Siento ternura y eso, viniendo de alguien que siente pocas cosas (¿me habrá anulado la moda?), no es poco.