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Casa José, la dignidad de las hortalizas
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Casa José, la dignidad de las hortalizas

Aprovechando que estos días la primavera aún nos regala los más suculentos frutos terrenales, voy a hablar de uno de los templos Fue en 1958

Aprovechando que estos días la primavera aún nos regala los más suculentos frutos terrenales, voy a hablar de uno de los templos Fue en 1958 cuando un matrimonio manchego abrió, frente al mercado de abastos del Real Sitio, una pequeña cantina que se abastecía de los huertos y campos más cercanos, y que daba cobijo a tratantes, comerciantes y agricultores de la zona. En las siguientes décadas, este referente arancetano conservó su imperturbable vocación hostelera, siempre distinguida por su sensato respeto a los ingredientes típicos de la comarca.

P class=MsoNormal 0cm 0pt; justify" TEXT-ALIGN:>Además del popular espárrago, Aranjuez nos ofrece un apasionante mosaico hortícola: alcachofas, brécoles, coliflores, repollos, lombardas, zanahorias romanescus" además de bayas, hierbas y brotes, tan de moda en el panorama culinario. Producto de primavera. Pero también de invierno, lo que traslada y extiende el caleidoscopio organoléptico a una visual paleta cromática cuando el visitante detiene su vista en el cambiante paisaje de la histórica Villa.

extraculinaria. Entre otros menesteres, ejerce de travieso cancerbero de una bodega que encadena referencias, tanto nacionales como extranjeras, que bien salen de cualquier envite enológico. Y con una gama de precios que solidifica la cordura que rige esta casa.

Aprovechando que estos días la primavera aún nos regala los más suculentos frutos terrenales, voy a hablar de uno de los templos Fue en 1958 cuando un matrimonio manchego abrió, frente al mercado de abastos del Real Sitio, una pequeña cantina que se abastecía de los huertos y campos más cercanos, y que daba cobijo a tratantes, comerciantes y agricultores de la zona. En las siguientes décadas, este referente arancetano conservó su imperturbable vocación hostelera, siempre distinguida por su sensato respeto a los ingredientes típicos de la comarca.