Es noticia
Menú
Cabrito asado secreto en Santa María (de la Alameda)
  1. Gastronomía
  2. Cuaderno Matoses
Matoses

Cuaderno Matoses

Por

Cabrito asado secreto en Santa María (de la Alameda)

Para muchos aficionados a la gastronomía el cabrito supera en sabor y textura al lechazo, al cochinillo y al cordero. No lo encontramos con facilidad en

Foto: Cabrito asado secreto en Santa María (de la Alameda)
Cabrito asado secreto en Santa María (de la Alameda)

Para muchos aficionados a la gastronomía el cabrito supera en sabor y textura al lechazo, al cochinillo y al cordero. No lo encontramos con facilidad en las cartas de los restaurantes, donde sí son habituales los otros tipos de asado. Hoy les traigo a este espacio Santa María, un establecimiento con encanto y casi secreto donde disfrutarán de esta receta y de otros muchos detalles meritorios.

Escondido en un lugar recóndito

Santa María de la Alameda es el último pueblo de la Comunidad de Madrid antes de cruzar hacia Ávila. Se accede por la carretera del puerto de La Cruz Verde. El camino merece mucho la pena: las pendientes, los prados, el olor a romero, las vacas pastando y el agua cayendo por riachuelos van predisponiendo al visitante a olvidar el estrés de la capital y deleitarse con el destino, a unos veinte minutos del monasterio de El Escorial.

El restaurante se encuentra en el paseo principal del pueblo homónimo. En el exterior de la venta unas mesas al sol favorecerán el aperitivo, donde podrán optar por recomendables ibéricos y morcilla artesana. Dentro, la familia Barreda-Benito les recibirá al completo. Pablo se encarga del servicio de sala y de la bodega asistido por Mayte, su hija. Teresa, la madre, brega entre fogones con la ayuda de Pablito, mayor de los vástagos. En Santa María el trato y la cocina respiran honestidad, cariño y ganas de agradar, sin alharacas. La familia lleva haciéndolo desde hace tres generaciones, cuando por allí solo había pastos.

Patatas revolconas y setas autóctonas

El piso inferior alberga una barra y media docena de mesas. La sala noble, que se abre los fines de semana, se encuentra en la parte de arriba. Es espaciosa, acogedora y con mesas amplias. La chimenea de piedra y madera es todo un regalo, y las vistas desde las ventanas recrearán su experiencia.

Con un simple vistazo a la carta darán cuenta de una cocina apegada a la tradición: menestra, habas encebolladas, croquetas, alcachofas fritas... Las patatas revolconas, típicas de la zona, son obligatorias en su comanda. Se elaboran de forma artesanal con el aceite de uno de los mejores torreznos que hayan tomado: tamaño, carnosidad y textura excelentes.

De enorme interés –y menos calóricos- son también los platos elaborados con setas provenientes de excursiones por los bosques cercanos. Níscalos, hongos y setas de cardo se toman a la plancha, guisados y también con judías blancas. El joven de la casa, que ha estado haciendo carrera en algunos de los mejores restaurantes de la capital, se atreve incluso con un souflé de boletus al más puro estilo Bras. Y el resultado es más que positivo.

Cabrito, dulces y vinos magníficos

Como les decía al principio, la especialidad de la casa es el asado de cabrito. Las piezas son también autóctonas y auténticamente lechales. Suelen tener un peso de entre tres y cuatro kilos, lo que les otorga el punto tierno y el tamaño que desean. No se olviden de solicitar los cuartos cuando realicen su reserva. Además de otras carnes y pescados, las chuletillas de cabrito son especialmente recomendables. Impecablemente fritas y con hechuras livianas, pueden ser alternativa al asado. El contrapunto ácido lo pondrá, siempre que se den las condiciones climatológicas, una guarnición de pamplinas con jugo de tomate fresco.

En el apartado de los postres la oferta es tentadora. Por un lado, las reconfortantes torrijas de la abuela o la tarta de la casa. Por otro, suculentas diabluras de Pablito como el pañuelo de manzana y plátano, o el tocinillo al vino tinto con helado de boletus. No se vayan sin probar el coulant de turrón. El patriarca es uno de los distribuidores de vinos y destilados más experimentados, por lo que encontrarán una selección de botellas con criterio y a precios envidiables. Sin duda, una de las grandes bazas de la casa.

El paseo de vuelta entre la naturaleza ayudará a extractar la experiencia en casa de los Barreda. Bien tratados, comidos y bebidos en un entorno acogedor y sin pagar más de la cuenta. Disfruten de la excursión, amigos.

SANTA MARÍA
Paseo Juan Carlos I, 29 – 28296 Santa María de la Alameda
91.899.90.08
CCM: 13,5/20
40€
Vinos recomendados: Pedro Ximenez blanco, de Ximénez-Spínola (Jerez), Dominio de Basconcillos ecológico 2008 (Ribera de Duero), Flor de Pingus 2008 (Ribera de Duero), Pago de Garduña, de Abadía Retuerta 2001 (Castilla y León) y Pedro Ximenez Casa del Inca 2009, de Equipo Navazos (Montilla-Moriles).

Fotos de Matoses
Más Cuaderno Matoses en Spotify, Foursquare, Google+,
Twitter y Facebook

Para muchos aficionados a la gastronomía el cabrito supera en sabor y textura al lechazo, al cochinillo y al cordero. No lo encontramos con facilidad en las cartas de los restaurantes, donde sí son habituales los otros tipos de asado. Hoy les traigo a este espacio Santa María, un establecimiento con encanto y casi secreto donde disfrutarán de esta receta y de otros muchos detalles meritorios.

Escondido en un lugar recóndito