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Mucho más que vino en Marqués de Riscal
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Mucho más que vino en Marqués de Riscal

Muchos afirman de las bodegas que vista una, vistas todas. Aunque el proceso de producción y guarda pueda ser similar, el aliciente de una atractiva arquitectura

Foto: Mucho más que vino en Marqués de Riscal
Mucho más que vino en Marqués de Riscal

Muchos afirman de las bodegas que vista una, vistas todas. Aunque el proceso de producción y guarda pueda ser similar, el aliciente de una atractiva arquitectura o el mito alrededor de una determinada referencia puede cambiar el patrón. Mientras en Francia se tiende a visitar las parcelas y valorar el entorno, el terroir y el discurso del productor, en nuestro país prevalece la visita a espacios faraónicos con endeble andamiaje narrativo.

Un entorno entre la historia y la vanguardia

La bodega Marqués de Riscal es una de las excepciones más notables. Se trata de una casa pionera que almacena añadas centenarias, algo de lo que ninguna otra en España podría presumir. Su oferta comercial contiene diversas calidades, precios heterogéneos y algunas referencias relevantes. La producción se concentra en la Ciudad del vino (Elciego, Álava), en cuyos dominios se encuentra el famoso hotel diseñado por el Pritzker Gehry.

La llegada está capitalizada por la imponente construcción, las olas metálicas y los colores orgánicos que hipnotizan visualmente. Se trata posiblemente de uno de los hoteles más hermosos del mundo. Si deciden romper la hucha y alojarse allí, varios consejos: reserven habitación con vistas al hotel y al pueblo, y no dejen de probar su pantagruélico desayuno. La visita a la bodega es obligada para conocer el interesante origen de Marqués de Riscal y de la propia Rioja. Tras las aguas en el balneario y pasear por los alrededores, podrán tomar el aperitivo en alguno de los espacios que ofrece el hotel antes de la comida.

El reto de Francis Paniego

En nuestro caso optamos por lanzarnos al restaurante gastronómico (cuya versión informal es el denominado Bistró 1860). Situado en lo alto del hotel, el comedor es evidente consecuencia del capricho arquitectónico de Frank O. Gehry. Techos irregulares, paredes poliédricas, iluminación acogedora y acertada distribución de las mesas hacen de la sala un espacio inspirador.

La dirección del hotel ha confiado la asesoría gastronómica a Francis Paniego, uno de los mejores chefs de España gracias a su labor en el cercano Echaurren (Ezcaray). Sabemos que estas consultorías no son fáciles para los cocineros. Las cadenas hoteleras buscan eficiencias y los escandallos de los platos sufren en detrimento de la experiencia del comensal.

Paniego, que tiene oficio de sobra, resuelve esta complicada ecuación con creatividad moderada, producto vistoso y efectista puesta en escena. Aunque sin la profundidad narrativa practicada en Echaurren, el restaurante Marqués de Riscal puede llegar a convencer a un público tan heterogéneo y exigente como el que por allí para. Especialmente con un servicio de sala tan atento, detallista y ágil como en el que se pertrecha.

Propuesta gastronómica a la altura

Entre los entrantes destacaba la famosa croqueta de Echaurren, para muchos el mejor ejemplar de la piel de toro. Uno de los rasgos que identifican la cocina de Francis es que no renuncia al sabor de las estaciones, por eso platos como el Cardo rojo a la parrilla con cenizas de sarmientos o Bajo un manto de hojas secas marcan desde el principio las intenciones del cocinero. Después, mientras el Carpaccio de gamba roja sobre tartar de tomate y ajo blanco no convence, la Sopa de boletus y castañas, crocante de oreja y yema de huevo provoca un reconfortante cosquilleo en la memoria.

Aún estando lejos de la costa, el tratamiento de los pescados siempre ha sido una seña de identidad que evidencia el apego de los Paniego por las mejores materias primas. Tanto el Chipirón levemente curado en sal y asado con su bombón líquido de tinta como la Merluza a romana confitada a 45 grados sobre pimientos asados y sopa de arroz mantienen la coherencia entre armonías y muestran un delicado influjo de la modernidad. Y la Presa de cerdo ibérico con yuca a modo de madera y fondo de queso fresco cumplía con las expectativas por el equilibrado conjunto y calidad de la carne.

Postres, bodega y alternativas cercanas

No dejen de probar la Tosta templada con queso de Cameros, manzana y helado de miel o la Torrija tostada con helado de queso (que creemos mejoraría sin refuerzos como el chocolate líquido). Cabe resaltar la calidad de los panes y su variedad, así como las apetecibles infusiones, elaboradas con plantas seleccionadas y cortadas a la vista del comensal.

En la carta de vinos naturalmente prevalecen las referencias propias y de Rioja. Pero echamos en falta una mayor selección de añadas (ellos sí que pueden…) y etiquetas vistas esa misma tarde en la tienda de la bodega (como el Gran Reserva 2004, que tan positivamente habían calificado nuestros amigos ElMundoVino). Nos sorprendió asimismo la cantidad de botellas no disponibles, y que nos decantaran el vino sin consultarlo previamente. En casa de herrero...

Su experiencia en el hotel puede ser combinada con restaurantes tan recomendables como Tondeluna (Logroño), un concepto repleto de inteligencia donde disfrutamos enormemente con su propuesta efervescente y precios comedidos. También Alameda (Fuenmayor) -uno de nuestros favoritos-, Casa Toni (San Vicente de la Sonsierra), Las Duelas (Haro) y Marixa (Laguardia) son opciones aconsejables a pocos minutos del hotel.

Si alguno de ustedes tiene pensado dejarse caer por La Rioja en las próximas vacaciones, el Hotel Marqués de Riscal y su restaurante pueden ser un buen remedio para desconectar. Disfruten del fin de semana, amigos.

RESTAURANTE MARQUÉS DE RISCAL
Torrea, 1 - 01340 Elciego, Álava
945.606.000
CCM: 15/20
75€
Vinos recomendados: Laurent Perrier 1999 (Champagne), Barón de Chirel 2005 (Rioja) y Marqués de Riscal 150 Aniversario Gran Reserva 2001 (Rioja).

Fotos de Matoses y archivo Hotel Marqués de Riscal
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Muchos afirman de las bodegas que vista una, vistas todas. Aunque el proceso de producción y guarda pueda ser similar, el aliciente de una atractiva arquitectura o el mito alrededor de una determinada referencia puede cambiar el patrón. Mientras en Francia se tiende a visitar las parcelas y valorar el entorno, el terroir y el discurso del productor, en nuestro país prevalece la visita a espacios faraónicos con endeble andamiaje narrativo.