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Un recorrido por las mejores arrocerías de Madrid
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Un recorrido por las mejores arrocerías de Madrid

Salvo el pan, no existe alimento con mayor carácter popular y sobre el que se haya escrito más a lo largo de la historia. El arroz

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Un recorrido por las mejores arrocerías de Madrid

Salvo el pan, no existe alimento con mayor carácter popular y sobre el que se haya escrito más a lo largo de la historia. El arroz no entiende de clases, ha sido plato de reyes y campesinos. Su valor fundamental es que absorbe los sabores, por lo que ejerce la más variada poligamia aplicable a un cereal, desde los ingredientes más humildes hasta los más exclusivos.

Pocos alimentos constituyen un sinónimo de compartir y de reunión como el arroz. Y por supuesto, todos conocemos el lugar o la persona que mejor los hace, aquel que tiene el je ne sais quoi que lo hace diferente y extraordinario.

Un plato muy especial

El epicentro nacional de esta elaboración ha sido siempre la Comunidad Valenciana, donde es considerado un plato totémico. No en vano allí es donde se comenzó a cultivar en el siglo XII y el lugar donde nació su andadura culinaria con una versión de la olleta de blat. Prosiguió su evolución con la olla caldosa, la melosa, el arroz passejat (paseado) o al horno, la paella y, finalmente, el arroz abanda.

En Levante es habitual que se debata sobre la idoneidad de uno u otro ingrediente, los orígenes, los elementos del sofrito, el tipo de combustión, los tiempos de cocción o el recipiente más adecuado. En Madrid nos conformamos con mucho menos y no es fácil encontrar casas donde los preparen con cariño. Hoy les apunto mis favoritos.

Samm y El Garbí. Arroces ejemplares

Samm (C/ Carlos Caamaño, 3 – 91.345.30.74) Hace casi cuarenta años que Vicente Asunción y Maria del Carmen, naturales de Manises, abrieron una pequeña cafetería donde se servían copas y cafés. La cocina se limitaba a un espacio donde sólo cabía una persona. Al principio cocinaban algunas carnes y pescados. Después se adentraron en el mundo de los arroces. Y hoy Samm se erige como una de las direcciones más fiables para consumir el cereal.

Su hijo Vicent lleva la sala con eficacia y atención, y su hermano Sergio clava, entre otros, la paella valenciana y el arroz de verduras, ambos por encargo. Consigue un arroz suelto, natural, liviano, con capa de intachable grosor, perfectamente cocido y con proporción perfecta de socarrat que redondea el bocado ¿Entrantes? su ensaladilla rusa es aclamada por los fieles y sus mollejas son de escándalo. Un restaurante imprescindible para amantes del buen arroz.

El Garbí (C/ Don Ramón de la Cruz, 72 – 91.281.91.90) Ya lo comentábamos hace algún tiempo: en su comanda podrán incluir selecciones entre una docena de arroces –secos, melosos y caldosos-, de los cuales prácticamente la mitad son por encargo, como la paella verde con albóndigas, el arroz de conejo con serranas, el de costilla de cerdo con pimientos, o el imprescindible arroz al horno.

Cuando aparecen su presencia es soberbia. ¿En boca? Sencillamente irreprochable. Bien afinado y de extrema ligereza. Un grano con sabor uniforme, completo, suculento y sin las aristas propias de quien utiliza ingredientes poco íntegros. “Nada de cosas raras” afirma José Luís Varona, el propietario y cocinero de esta casa, donde los entrantes acaparan exiguo interés. Eviten acudir al nuevo -y flamante- local (C/ Infanta Mercedes, 92 - 91.570.63.86) si tienen prisa o son especialmente rigurosos con el servicio de sala.

Arroces de Cádiz, Levante y Aranjuez

La Caleta (C/ Tres Peces, 21 - 645.388.077) No es una arrocería al uso, sino un pedacito de Cádiz en Lavapiés. Aun así, el arroz de Mari bien merece estar en el pódium capitalino. La gramínea se escolta aquí con carabineros y chipirones, con almejas, gambas con perejil y manzanilla de Sanlúcar, o con atún fresco con chocos. Todos ellos magníficos en cuanto a punto, sabor y generosidad en las raciones. Cuando acudan, aprovechen para probar las mejores frituras de Madrid.

El Ventorrillo Murciano (C/ Tres Peces, 20 – 91.528.83.09). Situado en la misma calle y a escasos metros de La Caleta se encuentra el establecimiento de Ivette Martínez y José María Muñoz. Sus arroces, qué duda cabe, son superlativos. Nos gustan el abanda, el negro o el de longaniza murciana. Pero es el de verduras el que presenta un sabor más preciso y sin enmascarar. A pesar de su incómoda sala y de las larguísimas esperas, mantienen una parroquia que valora el nivel de sus preparaciones. De Obligada visita.

Rincón de la Vega de Levante (C/ Marqués de la Valdavia, 107, Alcobendas - 91.490.11.68). El propietario dejó su trabajo en la multinacional HP para montar este restaurante especializado en el cereal. Entre los favoritos de este cronista se encuentra el de faisán y boletus, combinación de ingredientes poco habitual que convence desde el primer bocado. Uno de los pocos lugares en Madrid donde utilizan sarmiento para su cocción. La notable calidad de sus arroces llena la sala y ha impulsado a la propiedad para abrir una futura sucursal (C/ Rosa de Silva, 14 – 91.570.77.44) en la zona de los asadores. Altamente recomendable.

R de la Calle (Antigua Carretera de Andalucía, 85, Aranjuez – 91.891.08.07). Rodrigo de la Calle es famoso por la puesta en valor del movimiento gastrobotánico, esto es, la defensa de productos hortofrutícolas dentro del marco encabezado por René Redzepi (Noma). Lo que menos gente conoce es su faceta arrocera. La gramínea es protagonista a través de las variedades arbóreo, carnaroli o bomba, combinada con productos de temporada. No se vayan sin probar el de criadillas de tierra que tienen ahora en carta, de enorme personalidad gustativa.

Patellas, bogavante y sarmientos

Casa Benigna (C/ Benigno Soto, 9 – 91.413.33.56). El inquieto temperamento de Norberto Jorge colma cada rincón de esta casa, que siempre ha sido una referencia de la cocina mediterránea en la capital. El acertado -y necesario- ajuste de precios de hace unos años posibilita la visita de cuando en cuando. Norberto presenta sus arroces en patella, un sofisticado utensilio derivado de la paella, con la que consigue una textura del grano firme, crujiente y perfectamente gelatinizado. Láncense a los arroces con combinación más innovadora de ingredientes.

Los arroces de Segis (C/ Infanta Mercedes, 109 – 91.571.56.22). Segismundo Amorós sigue ejecutando especialidades tan logradas como el arroz de conejo y caracoles, o el de verduras y magro. El secreto se mantiene en la lumbre de sarmientos, la finísima capa de arroz y el indefectible control de tiempos y temperaturas del cocinero. Un fijo que nunca pasa de moda.

La Barraca (C/ Reina, 29 – 91.532.71.54). Este establecimiento cuenta con 75 años de historia y un largo anecdotario de espías y conspiradores bélicos. Aunque su situación facilita la presencia de turistas y despistados, los arroces siguen conservando el nivel de antaño. Una docena de categorías con aditamentos distintos donde destacan el arroz al horno o la paella huertana.

Doña (C/ Zurbano, 59 – 91.319.25.51). Aunque a veces nos da la sensación de que en los últimos años se ha quedado fuera del radar, continua como una dirección fiable en cuestión de arroces. Su preparación con bogavante ha alimentado a los paladares más baqueteados de Madrid. También recomendables la paella marinera o el caldoso con boletus y foie.

La nueva hornada de arroceros

Rice Bar La Bomba (C/ Augusto Figueroa 33, 91.522.11.81) El último en llegar y ya se ha hecho con un hueco en el panorama arrocero madrileño. Con estética y concepto muy informal, la técnica que utilizan para su elaboración (una suerte de vacío proveniente de Modernist Cuisine) acorta tiempos de espera hasta lo anecdótico. Destacan el arroz abanda, el de ibérico y el risotto de verduras. Interesante oferta de vinos por copas de acompañamiento.

Manete (C/ Lope de Rueda, 30 - 91.578.44.42). En una reciente visita nos decepcionaron enormemente dos de sus especialidades: el senyoret y el de conejo, caracoles y verduras, ambos sobradamente pasados de punto. En cualquier caso, para muchos es una dirección cómplice a la hora de tomar arroz. Tengan en cuenta las opciones por encargo. Con Amor (C/ Ponzano, 47 – 91.395.23.15). Su relación calidad-precio figura como uno de los mejores alicientes para el visitante. Este descendiente de la familia Doña Paca no defrauda en sus versiones más sencillas. Buena opción para take away en el norte de Madrid.

Aynaelda (C/ Los Yébenes, 38 – 91.710.10.51). Probablemente sea el restaurante con mayor número de recetas. Casi treinta, que van desde los clásicos hasta algunos de temporada que combinan ingredientes muy rebuscados. Los arroces se presentan con el cereal suelto pero integrado, con impecable humedad superficial del grano y una cocción regular y homogénea. Arroz & Arroz (C/ Ibiza, 25 – 91.573.86.46) es otro de los descubiertos recientemente. De entre su casi docena de especialidades sobresale el montañés, con conejo y caracoles.

Y direcciones de siempre

Casa Nemesio (Pº de la Castellana, 260 – 91.323.84.10). El restaurante menos conocido del Grupo Tejedor especializa su oferta en pescados y mariscos de incuestionable calidad. Además, cuentan con media docena de arroces, donde sigue siendo imprescindible el caldoso con bogavante, con punto y sabor muy logrados. Alborán (C/ Ponzano, 39 – 91.399.21.50). Perteneciente al mismo grupo de restauración, el cambio de manos producido hace tres años no afectó demasiado a clásicos de la casa. Entre ellos, sus arroces marineros.

Amaro (C/ Pedro Muguruza, 5 – 91.350.30.47). Gregorio Silva mantiene una decena de arroces que van desde los clásicos como el abanda o la paella valenciana, al arroz con mollejitas de lechal y ajetes, o el de pulpitos, habitas y ñoras. A tener muy en cuenta en sus elecciones. Y por último, Bahía (C/ Dulcinea, 65 – 91.572.26.81). Su estética, a mitad de camino entre una cafetería de barrio y restaurante de menú, no engaña a nadie. Pregunten por el arroz del día o soliciten directamente por la modalidad abanda. Un fijo para presupuestos escuetos.

Amigos, aprovechen para conocer o revisitar alguna de estas referencias arroceras. No estarán en el Levante, pero lo podrán evocar. Feliz puente.

Fotos de Matoses y archivo Samm y Aynaelda
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