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Inari, buena cocina japonesa a precios razonables
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Inari, buena cocina japonesa a precios razonables

Inari es un japonés que podríamos calificar de clase media alta, en un segundo escalón, tras Kabuki y 99 Sushi Bar, donde se ofrece una muy buena relación calidad-precio

Foto: Inari
Inari

Como ya hemos comentado en repetidas ocasiones, si hay algo que caracteriza a la actual oferta gastronómica madrileña, es su variedad, dentro de unos niveles de calidad media muy superiores a los de hace no demasiado tiempo. Una variedad que se ve reflejada en la existencia de un nutrido grupo de restaurantes representativos de cocinas foráneas casi desconocidas hace solo unos pocos años, más allá de nuestra cocina tradicional.

En particular, en lo que a restaurantes japoneses se refiere, Madrid puede presumir de contar con una de las mejores ofertas que se pueden encontrar en una capital europea. Establecimientos como los de los grupos Kabuki o 99 Sushi Bar pueden codearse, sin rubor alguno, con lo más granado de las mejores mesas de ciudades tan cosmopolitas como la mismísima Londres, por poner un ejemplo, con una oferta basada en la calidad de un producto excelso, muy difícil de igualar, factor decisivo en este tipo de cocinas.

Pero al margen de estos establecimientos que por calidad, servicio, locales, vinos, etc… están en lo más alto del escalafón, también podemos encontrar una más que saneada 'clase media' que nos permite disfrutar de esta cocina a precios más contenidos, sin olvidarnos de toques más o menos creativos, apoyada en una materia prima cuya calidad da la talla más que sobradamente.

Entre estos, esta semana nos permitimos recomendarles uno,que en realidad son dos: Inari, un veterano negocio, yaque cumple a la perfección con estas premisas en sus dos localizaciones, la más antigua en el barrio de Salamanca (General Pardiñas43)y la más reciente en el parque empresarial de LaMoraleja (C/ Azalea 1,Alcobendas).

En ambas, la oferta es prácticamente idéntica, tanto en lo que a la carta se refierecomo en cuanto a sala y servicios, por lo que todo lo que comentamos es aplicable a ambas direcciones.

La oferta de Inari abarca lo que cualquiera espera encontrar en todo japonés que se precie, desde tempuras, arroces y tallarinesa sushi, sashimi,teriyaki y teppanyaki; pasando por la tradicional sopa miso, gyozas, dim-sums, etc., preparaciones típicas de la oferta panasiática que llega hasta nosotros de modo más común, pero caracterizada por dos elementos diferenciadores: la buena calidad media y estable del producto escogidoy la constante innovación en sus preparaciones, fruto de la inquietud del responsable del negocio, el inconformista Nacho Fernández Picón, quien, cual hombreorquesta, se desdobla en múltiples funcionesque vandesde la dirección de sala hasta la de la cocina, en la que pasa horas con sus cocineros ideando nuevos platos.

En este sentido, podemos decir que Inari tal vez sea el sitio con mayor variedad de maki-rolls de la ciudad. A su famoso California especial(aguacate, queso crema y langostinos rebozados), cada temporada se le suman nuevas compañeros, entre los que cabe destacar el Inari Spicy Tuna,el Ebi especial (con anguila)u otros más transgresorescomo el Spicy Ebi Maki (langostino en tempura, rúcula, salsa de anticucho y crema de aguacate),el Inari Curry (langostino en tempura, calabacín frito y espinacas, recubierto de sésamo con salsa de curry verde)o los flambeados, tan de moda últimamente: el Pez Mantequilla Roll, con aguacate, recubierto de láminas de pez mantequilla flambeadas con salsa de trufa. Como ven, la lista es interminable y de lo más original.

Pero no solo de makis vive Inari. Entre sus entrantes, nuestros favoritos son las gyozas (rellenas de carne, verduras o langostinos, estas últimas con un acertado toque picante), acompañadas de una muy ortodoxa salsa con mostaza; su tartar de salmón con aguacate, que nos gusta más por consistencia y sabor que el de atún o el muy original de corvina; y una buena tempura de langostinos tigre con mayonesa picante, que cumple con creces. Sin olvidarnos de los shumai de foie (empanadillas al vapor rellenas de foie, pollo y cebolla caramelizada).

Pero el punto fuerte lo encontramos en el sushi, con una variedad de piezas en constante evolución. De todas ellas, nos quedamos con el gunkan 'tampico', a base de cangrejo real; el de carabinero, con un sutil toque picante de wasabi; y con el de toro picante envuelto en aguacate, nuestro número uno indiscutible. Y aunque este cronista no termina de encontrarle el punto a las piezas con carne, el de tartar de buey y elbuey 'spicy'son altamente recomendables. La oferta se completa con piezas más clásicas, como las de toro, maguro, tobikko, vieiras, corvina, etc… Solo echamos en falta la presencia de pescados azules, ideales para estos cortes.

Y es en este apartado donde sí que cabe hacer una distinción entre las barras de uno y otro local que, aunque ligera, nos parece digna de mención: al frente de la de General Pardiñas nos encontramos con un jovencísimo 'sushiman' de origen chino, dotado de una particular sensibilidad, capaz de dotar a sus preparaciones de un toque intangible que las diferencia del resto de la oferta. Si tienen oportunidad, siéntense frente a él y pídanle algo especial. No les defraudará.

Por cerrar el capítulo de favoritos, no dejen de pedir el sashimi de toro (ventresca de atún), cuando el caprichoso mercado lo permita, de una calidad que destaca sobre el resto, y presentadoademásen un corte más que generoso para solaz del cliente y desesperación (intuimos) del propietario. Pero ya se sabe: el corte que haga el 'sushiman', que no lo altere el empresario.

Pero por si algo más destaca Inari, es por sus imbatibles menús de mediodía. Nadie da tanto por tampoco. Si son varios a la mesa, pueden combinarlos casi hasta el infinito y dar así cumplida cuenta de casi todas las especialidades del local.

Como entrantes, encontrarán una excelente sopa miso, sustanciosa y sabrosa (mucho mejor que la ensalada de algas alternativa),unos rollitos mejorables según los días,sus estupendas gyozas y un teriyaki de pollo con sésamo aceptable; entrantes que por sí solos justificarían el precio del menú (22 €, IVA incluido), pero que se completan con sushi, sashimi o maki-rolls como segundos a elegir, sin escatimar la calidad en ninguno de ellos.

Además de estos, los más indecisos o los neófitos en estas lides (cada vez más escasos, por cierto) podrán optar por un menú degustación con el que terminar ahítos.

Una sala en tonos rojos y negros muy del gusto de la clientela habitual, con una acertada iluminación,y un servicio digno (más amable, por cierto, en el local de Alcobendas que en el de Madrid)completan una oferta más que recomendable si quieren disfrutar de una comida japonesa adaptada al gusto local sin necesidad de pedir un crédito.

Eso sí, no esperen encontrar aquí postres destacables (algo muy común en este tipo de establecimientos)ni vinos particularmente apetecibles, dentro de una oferta escasa y muy estandarizada, suponemos que con el fin de mantener unos precios contenidos por cubierto, aunque en la gama de vinos ofertadosse pueden encontrar etiquetas mucho más atractivas. Lo dejamos como un deber pendiente.

Inari. C/ General Pardiñas, 43. Tfno: 915 76 33 12.C/ Azalea, 1 (Alcobendas). Tfno: 91 007 03 56. En Madrid.

Calificaciones

Como ya hemos comentado en repetidas ocasiones, si hay algo que caracteriza a la actual oferta gastronómica madrileña, es su variedad, dentro de unos niveles de calidad media muy superiores a los de hace no demasiado tiempo. Una variedad que se ve reflejada en la existencia de un nutrido grupo de restaurantes representativos de cocinas foráneas casi desconocidas hace solo unos pocos años, más allá de nuestra cocina tradicional.

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